La creatina quinasa alta hace referencia a un incremento en la inflamación muscular. Este parámetro puede estar alterado por varios motivos que vamos a ir detallando a lo largo de este artículo. Hablamos de una enzima que acelera ciertas reacciones químicas en el cuerpo y que contribuye a la génesis de energía.
Antes de comenzar es importante distinguir la creatina quinasa de la creatinina. Son elementos diferentes, ya que este último es un metabolito de la creatina y tradicionalmente se ha empleado para monitorizar la función renal. No obstante, en la actualidad se sabe que no es el mejor marcador para comprobar la tasa de filtrado glomerular y que puede verse alterado a partir de situaciones que no son nocivas, como la suplementación con creatina.
¿Qué es la creatina quinasa y por qué es importante?
La creatina quinasa es una enzima que se encuentra en pequeña cantidad en la sangre debido al desgaste normal de la masa muscular. Sin embargo, cuando existe un daño elevado tanto del músculo esquelético como del cardíaco se experimenta una situación de creatina quinasa alta en el plasma, lo que puede indicar inflamación o que algo no funciona de manera correcta.
Pero lo cierto es que en la mayor parte de casos este parámetro elevado indica un desgaste muscular alto debido a un entreno muy intenso, sobre todo en personas deportistas. Es frecuente que los atletas que se hacen analíticas de sangre periódicas experimenten creatina quinasa alta en los ciclos de la temporada donde están sometidos a mayor carga.
Dicha elevación podría significar que la recuperación del organismo no está siendo adecuada o que la carga no está correctamente planteada para el nivel del atleta. Lo cierto es que no es negativo que puntualmente el valor aumente, pero no debería estar continuamente fuera de rango, ya que de lo contrario el rendimiento del deportista se vería reducido con el paso de las semanas.
También las situaciones de lesión muscular se saldan con creatina quinasa alta en sangre. Incluso el infarto de miocardio o la distrofia muscular podrían provocar un aumento de la concentración de la enzima. También fármacos que ataquen al tejido muscular como las estatinas. Hasta el consumo de alcohol altera el valor.
Principales síntomas de la creatina quinasa alta
Normalmente los síntomas de la creatina quinasa alta son dolor muscular y debilidad. También pueden presentarse espasmos musculares o rigidez. Todo va a depender si el daño está focalizado en un tejido concreto o es generalizado. Además suele referirse una sensación de gran fatiga y agotamiento, a pesar de no haber hecho actividad física.
En los atletas que sufren creatina quinasa alta es frecuente que se experimente una reducción significativa del rendimiento deportivo, dificultándose la calidad de los entrenamientos. Pueden llegar a sufrir sensación de calor o de inflamación en el cuerpo e incluso náuseas o malestar general.
Pero cuando hablamos de deportistas normalmente no es preciso acudir al médico, salvo que estos síntomas se mantengan de manera persistente. Lo ideal es darle descanso al cuerpo y aumentar el consumo de proteínas y de ácidos grasos omega 3 para favorecer la recuperación y tratar de nivelar la inflamación en el organismo.
Ahora bien, en algunos casos los síntomas de la creatina quinasa alta pueden acompañarse de rabdomiólisis. Esto es básicamente que la orna sale marrón o rojiza. Es una condición considerada grave que indica descomposición muscular y liberación de grandes cantidades creatina quinasa y otros compuestos en la sangre. Aquí sí es preciso consultar rápidamente con un especialista independientemente del estado de salud general de la persona.
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Diagnóstico de la creatina quinasa alta
Normalmente suele realizarse una entrevista con valoración completa para conocer los síntomas. Estos, como comentamos, suelen cursar con debilidad muscular o fatiga tras un ejercicio de elevada intensidad. En el caso de que existan patologías musculares o cardiovasculares previas o que se esté bajo tratamiento con estatinas el riesgo de sufrir dicha condición aumenta.
Pero realmente lo ideal es realizar un análisis de sangre para comprobar los niveles totales de creatina quinasa en la sangre. Estos suelen situarse entre 20 y 200 U/L en adultos que se encuentran sanos. Cuando se sobrepasa el límite superior se diagnosticaría el daño muscular o cardíaco. En atletas que han realizado un entreno muy intenso en horas previas al análisis es normal que la concentración aumente, aunque esta volverá a niveles basales una vez se ejecute el proceso de adaptación por parte del organismo.
En el caso en el que se detecte un incremento mantenido de la concentración de creatina quinasa pueden medirse ciertas isoenzimas para identificar de donde proviene el daño. Serían las siguientes:
- CK-MM: se encuentra en el músculo esquelético y se eleva en respuesta a ejercicio intenso o a una lesión.
- CK-MB: es específica del tejido cardíaco y se encuentra aumentada tras un infarto.
- CK-BB: hablamos de una isoenzima cerebral que puede salirse de rango cuando existen daños en el sistema nervioso central, aunque es una condición poco común.
Tratamientos para reducir la creatina quinasa alta
En la mayor parte de los casos la creatina quinasa alta se soluciona con descanso y buena alimentación. Será interesante incrementar el aporte proteico y puede aumentarse ligeramente la ingesta de carbohidratos complejos también. Así se favorecen los procesos de adaptación y de reconstrucción del tejido muscular. A parte puede ser de ayuda plantear un aporte equilibrado de omega 3 y de omega 6, llegando a suplementar los primeros ácidos grasos para reducir la inflamación general.
Será de gran ayuda mantener un buen estado de hidratación, sobre todo si hay sospecha de rabdomiólisis. En el caso de que exista afectación renal aumentar la carga de agua podría aliviar la presión en dichos órganos. Hasta en las situaciones más graves puede llegar a ser preciso recibir líquido intravenoso para eliminar productos de desecho.
Por supuesto el descanso nocturno será determinante. Garantizar 8 horas de sueño cada noche puede favorecer la reparación del tejido dañado, sobre todo cuando existe una lesión. De este modo los niveles de creatina quinasa se reestrablecerán con mayor agilidad. Incluso una pequeña siesta al mediodía podría ayudar.
Cuando hablamos de deportistas sometidos a un nivel elevado de estrés a través de los entrenamientos cabe la opción de suplementar con antioxidantes. Lo ideal en estos casos es actuar a través de la vitamina E y de la enzima Q10. Ambos componentes reducen el daño oxidativo en los músculos y recuperan la función de las mitocondrias. El magnesio puede ser de utilidad, favoreciendo la relajación muscular.
Por último hay que destacar la capacidad de la fisioterapia de ayudar a reducir la creatina quinasa alta. Sobre todo en el caso de las lesiones musculares movilizar los tejidos con acierto puede resultar diferencial. La aplicación de terapias de frío y calor conseguirá mejorar la sintomatología y acelerar el proceso de recuperación
Hay que destacar que la primera opción nunca debe ser la farmacología a través de antiinflamatorios, que ha sido el tratamiento de primera línea durante muchos años. Cortar la inflamación a través de estos compuestos puede dar lugar a una mala recuperación del tejido muscular dañado. Lo correcto es acompañar el proceso dándole al organismo los recursos para modularlo por sí mismo, permitiendo que se corte cuando la reparación esté ejecutada.
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