Julia
Con 27 años Julia llevaba tiempo tratando de mejorar su estado de composición corporal a base de comer poco y de hacer cardio o algún trabajo de fuerza con bajas cargas. Modificamos este planteamiento centrándonos en la intensidad en el ejercicio y en un mayor aporte de carbohidratos para hacer frente a las nuevas necesidades, logrando así recomposición corporal.
¿Cómo conseguimos la transformación de Julia?
Para lograr el éxito con la transformación Julia tuvo que poner mucho énfasis en el trabajo de fuerza. El foco en los básicos y una intensidad progresiva que permitía aumentar las cargas manejadas. Al final buscábamos también que esta actividad física se integrase bien en las rutinas de una chica que tenía que hacer frente a obligaciones laborales y a compromisos sociales. El tiempo no era ilimitado.
Buscamos la máxima eficiencia posible y también un cambio dietético. Abandonamos la restricción continua para alternar periodos con mayor o menor aporte de carbohidratos dependiendo de si poníamos el foco en el crecimiento muscular o en la oxidación de las grasas.
Pero lo que más nos importaba era que el organismo no se adaptase a una fase en concreto, sino que estuviese de forma bastante regular sometido a cambios, lo que generase alteraciones fisiológicas que permitiesen avanzar más rápido.
Desde luego hubo que incrementar el aporte proteico para hacer frente a las nuevas necesidades, logrando una mejor recuperación de las sesiones. Dado que la sensación fue buena, la adherencia y la motivación aumentaron también con el paso de las semanas, lo que nos permitió añadir alguna sesión de trabajo interválico de alta intensidad.
La principal dificultad
Como problema destacaríamos que Julia tuvo que marchar durante un par de meses a Latinonamérica, lo cual dificultaba un poco el mantenimiento de las rutinas. En este momento la calidad del sueño empeoró, primero por el jet lag y después por la diferencia horaria y la necesidad de adaptarse a un teletrabajo español. Repercutió en la calidad de los entrenos.
Pero afortunadamente realizamos una serie de ajustes que resultaron exitosos y que le permitieron a Julia mantenerse y no dar pasos hacia atrás durante el periodo. Todo un éxito ya que con estos contratiempos la mayor parte de las personas abandona y vuelve a sumirse en los malos hábitos.
Con los ajustes logramos seguir enganchados al proceso, volviendo a plantear una rutina para mejorar cuando regresó a España. Ahora el foco lo ponemos en continuar incrementando los valores de fuerza para provocar adaptaciones que aumenten el gasto energético diario, logrando que la grasa se reduzca aun más.
El resultado de la transformación de Julia
Después de un trabajo durante 6 meses el peso total perdido no es el valor más significativo. De hecho más o menos se mantiene invariable, con un kilo de bajada total. Lo que sí ha cambiado radicalmente es la composición corporal, como se puede ver en las imágenes de evolución. Mucha menos masa grasa en la zona abdominal y en las caderas.
Poco a poco el nuevo músculo se va consolidando, lo que asegurará ganancias futuras y unas mejores líneas finales. La fuerza se ha incrementado significativamente, ya que ha doblado el peso que consigue mover en los ejercicios multiarticulares. Pero lo más importante de todo es que lo hemos hecho sostenible, ya que no le resulta un sufrimiento seguir manteniendo estas nuevas rutinas implementadas.
Ficha de la transformación
- Edad: 27 años
- Objetivo: perder grasa.
- Problema: poco tiempo para entrenar y bajo nivel de fuerza.
- Plan contratado: 6 meses de nutrición + entrenamiento
- Resultados: un 20 % menos de masa grasa y mucha más fuerza muscular.