Los fitoquímicos han atraído mucha atención porque son útiles en el manejo de varias enfermedades humanas. La yohimbina es uno de ellos con un importante potencial farmacológico y los químicos medicinales podrían explotarla en la investigación. Es un alcaloide indol obtenido de diversas fuentes naturales/sintéticas.
Aislada por primera vez en 1896, se ha estudiado en la medicina moderna para tratar la disfunción eréctil, la depresión y la obesidad. Sin embargo, su eficacia y seguridad siguen siendo temas de debate.
¿Qué es la yohimbina?
La yohimbina es un compuesto químico (alcaloide) que se encuentra naturalmente en la corteza del árbol de yohimbe (Pausinystalia yohimbe), que es nativo de África occidental. Ha sido utilizada tradicionalmente en la medicina africana como afrodisíaco y para tratar problemas sexuales masculinos, aunque también se ha utilizado para otras condiciones médicas.
En los últimos años se ha usado principalmente para tratar la disfunción eréctil ya que es un antagonista α2 adrenérgico (simpaticolítico). A dosis débiles es hipertensor y a dosis más elevadas hipotensor. Actúa como un vasodilatador de los territorios vasculares periféricos. La vasodilatación inducida en los cuerpos cavernosos es la causante de su capacidad para mejorar la función sexual. También provoca un aumento del tono y motilidad intestinal, así como un aumento de la lipólisis en el adipocito. Debido a su actividad farmacológica a estos niveles ha sido utilizada en algunos productos pretendidamente comercializados como complementos alimenticios.
También se ha estudiado para su uso en el tratamiento de la depresión, la obesidad y otras afecciones, además de utilizarse como suplemento dietético para mejorar el rendimiento deportivo, aunque su eficacia para estas indicaciones no está completamente establecida
Beneficios de la yohimbina
La yohimbina ha sido estudiada en varios contextos para determinar sus posibles beneficios. A continuación, algunos de los posibles efectos positivos respaldados por evidencia científica:
Tratamiento de la disfunción eréctil (DE): se ha demostrado que la yohimbina puede mejorar la función eréctil en algunos hombres con DE, especialmente en aquellos cuya disfunción tiene un origen psicológico. En el metanálisis realizado por Wibowo D.N.S.A., et al. (2021) se determinó que el fitoquímico es eficaz en el tratamiento de la DE psicogénica. Sin embargo, su aplicación para otros tipos de DE puede variar y se necesita más investigación.
Pérdida de peso: algunos estudios sugieren que la yohimbina puede ayudar a promover la pérdida de peso al aumentar la movilización de grasas y la oxidación de ácidos grasos. Puede tener un efecto moderado pero significativo en la reducción del peso corporal en sujetos con sobrepeso u obesidad. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos y determinar la eficacia a largo plazo.
Mejora del rendimiento deportivo: algunos estudios sugieren que la yohimbina puede mejorar el rendimiento atlético al aumentar la lipólisis (descomposición de las grasas) y mejorar la resistencia. Sin embargo, la evidencia en este campo es limitada y contradictoria.
Usos de la yohimbina
La yohimbina se ha utilizado en una variedad de contextos, tanto en la medicina tradicional como en la moderna. Algunos de los usos más comunes de la yohimbina incluyen:
Tratamiento de la disfunción eréctil: la yohimbina se ha utilizado para tratar la DE, ya que puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo y promover la erección.
Suplemento para la pérdida de peso: se ha sugerido que la yohimbina puede ayudar a la pérdida de peso al aumentar la movilización de grasas y la oxidación de ácidos grasos. Por lo tanto, a menudo se incluye en suplementos para la pérdida de peso y quemadores de grasa.
Estimulante sexual: la yohimbina ha sido utilizada tradicionalmente como un afrodisíaco y para mejorar la libido tanto en hombres como en mujeres.
Mejora del rendimiento deportivo: la yohimbina podría mejorar el rendimiento deportivo al aumentar la lipólisis y mejorar la resistencia. Algunos atletas pueden utilizarla en este sentido, aunque la evidencia sobre su eficacia es mixta.
Tratamiento de la depresión: en algunos estudios se ha investigado el uso de la yohimbina como un posible tratamiento para la depresión y ansiedad, aunque los resultados son inconsistentes y se necesita más investigación.
Legalidad de la yohimbina
En el contexto deportivo, la yohimbina se viene utilizando en los últimos años para reducir la grasa corporal, así como para mejorar la resistencia. Es por ello que se utiliza principalmente en el culturismo y otros deportes estéticos, así como en deportes aeróbicos prolongados.
En España, la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) clasifica a la yohimbina como un medicamento y no como un suplemento o complemento alimenticio. Es por ello que, en España, ningún producto que contenga yohimbina puede comercializarse legalmente.
Dosis y administración
La yohimbina se puede consumir en diferentes formatos: en polvo, en extracto líquido o en tabletas y cápsulas, siendo estas últimas las más comunes. Se comercializa en forma de Clorhidrato de Yohimbina (Yohimbina HCl), en pastillas de 5,4 mg.
La dosis típica de yohimbina es de 5 a 20 mg/día, divididos en dos o tres tomas diarias. Es importante comenzar con una dosis baja e incrementar gradualmente según la respuesta individual, aunque de 5,4 a 10 mg/día es bien tolerada y se considera segura.
En dosis más altas (especialmente por encima de los 40 mg), puede dar lugar a problemas gastrointestinales, agitación, ansiedad, hipertensión o taquicardia
La yohimbina puede tener efectos secundarios graves, entre los que se incluyen aumentos en:
Presión arterial.
Taquicardia.
Ansiedad.
Agitación.
Insomnio.
Náuseas.
Vómitos.
Convulsiones.
Es importante tener en cuenta que estos efectos secundarios pueden variar en severidad dependiendo de la dosis, la sensibilidad individual y otros factores. En personas que presenten condiciones médicas preexistentes como trastornos cardíacos, hipertensión arterial, enfermedad renal o hepática, trastornos psiquiátricos y epilepsia, pueden ser más susceptibles a los efectos adversos de la yohimbina, incluso a dosis más bajas.
Además, la yohimbina puede interaccionar con varios medicamentos, incluidos antidepresivos, antipsicóticos, medicamentos para la presión arterial y estimulantes, entre otros. Tomar dosis altas de yohimbina junto con estos medicamentos puede aumentar el riesgo de efectos secundarios graves o interacciones peligrosas.
Alternativas a la yohimbina
El uso de yohimbina puede conllevar varios riesgos. Además no está disponible para el público sin indicación médica, por lo que es difícil el acceso al compuesto y no resulta lo más indicado. No se recomienda en ningún caso el uso del fármaco sin prescripción por parte de un profesional. Ahora bien, existen otros suplementos que han demostrado beneficios y que pueden resultar una excelente alternativa.
En cuestión de pérdida de peso tanto el extracto de canela como el picolinato de como pueden funcionar de manera adecuada. Incrementan la sensibilidad a la insulina, facilitando la movilización y la oxidación de las grasas para producir energía. Incluso el cromo logra reducir el apetito, haciendo más sostenible un régimen hipocalórico que permita mejorar el estado de composición corporal.
Cuando hablamos de aumentar el rendimiento deportivo la mejor alternativa es la creatina. Es el compuesto más estudiado y que cuenta con beneficios tanto para trabajos de fuerza como de resistencia. Incrementa el tiempo hasta el agotamiento y favorece la recuperación tras un esfuerzo intenso, provocando mejoras sobre la supercompensación de glucógeno.
Para prevenir o tratar episodios de ansiedad o de depresión tanto el magnesio como la melatonina o la ashwagandha se perfilan como alternativas mucho más adecuadas. No solo el perfil de seguridad de dichos compuestos resulta superior, sino que presentan menos interacciones con fármacos y pueden ingerirse de manera sostenida. En concreto el magnesio puede ser bastante interesante para las personas activas físicamente, ya que debido a las pérdidas originadas a partir del sudor los requerimientos del mineral pueden aumentar un 15 %.
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