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La canela es una especie culinaria empleada con frecuencia dentro del contexto de la medicina tradicional china por sus propiedades a la hora de influir sobre la fisiología del organismo. Es un potente antioxidante y actualmente existen muchas evidencias que respaldan su uso. Está claro que para potenciar los efectos es preciso emplearla en dosis mayores a las dietéticas, por medio de los suplementos, pero añadida a los platos también se pueden ejercer un beneficio.
Pero antes de nada distingamos entre los dos tipos de canela que se pueden encontrar: Ceilán y Cassia. La primera procede del árbol Cinnamomum verum mientras que la segunda se obtiene a partir del Cinnamomum aromaticum. Aunque la Cassia es la más consumida a nivel mundial, es la que se considera de menor calidad. Su sabor es fuerte y ligeramente picante.
Beneficios de la canela
Tanto la canela Cassia como la Ceilán cuentan con beneficios para el organismo humano. Por este motivo es recomendable añadirlas a platos, tanto dulces como salados. Aunque también existe la opción de recurrir a un extracto encapsulado, útil para ciertas personas. Vamos a comentarlos.
Regula el azúcar en sangre
Es uno de los efectos más característicos de la canela. Consigue reducir el nivel de glucosa en sangre, atenuando el pico glucémico incluso después de las comidas principales. De hecho, existen evidencias conforme su ingesta regular favorece la salud de las personas diabéticas.
Al generar un efecto antioxidante mejora el funcionamiento de las mitocondrias, al tiempo que incrementa la sensibilidad a la insulina tanto de las células musculares como de los hepatocitos. A partir de aquí el metabolismo se vuelve más eficiente, por lo que se mejora el uso de los sustratos energéticos.
De hecho, la canela es una especie bastante recomendada para personas que quieren bajar de peso. Tendrá que consumirse en un entorno hipocalórico para maximizar los resultados. Será necesario también entrenar fuerza, ya que de esta manera el músculo crecerá y el gasto energético se incrementará.
Reduce la inflamación
La canela concentra en su interior varios fitoquímicos interesantes. Uno de ellos es el cinamaldehido, una sustancia con capacidad antiinflamatoria. Evitar la inflamación crónica sin duda es importante para prevenir patologías como el cáncer o las de tipo cardiovascular. Pero no solo eso, sino que el extracto de canela ha demostrado ser beneficioso para ayudar a controlar el dolor en personas con artritis. Genera un efecto parecido a la curcumina.
Es cierto que por medio de la dietética va a ser difícil conseguir la cantidad de cinamaldehido necesaria para generar un impacto significativo. Por este motivo, cuando se quiere emplear para mejorar el control inflamatorio es preciso recurrir a los suplementos. En este caso es importante asegurar que el producto cuenta con los certificados de buenas prácticas necesarios, siendo siempre positivo que la variedad elegida para la producción sea la canela Ceilán.
Mejora la salud digestiva
Esta especie culinaria se encuentra en el grupo de las denominadas carminativas. Puede ayudar a calmar los gases e incluso la diarrea, mejorando también la sintomatología de la indigestión. Por ello es frecuente que se añada a los postres. Además contribuye a reducir el pico glucémico en el caso de que estos contengan azúcares, por lo que el beneficio es doble.
Hasta existen algunos papers que proponen que la canela estimula el apetito en personas con excesiva saciedad y que contribuye a mejorar la absorción de nutrientes. Sobre todo de minerales y de vitaminas.
Fortalece el sistema inmune
Controlar la inflamación es determinante para optimizar el funcionamiento del sistema inmune. Cuando existe inflamación crónica las células de la serie blanca y los macrófagos sufren de hiperexcitación, por lo que pierden precisión en el momento de desempeñar su cometido. Además se incrementa el riesgo de que terminen atacando a células del propio organismo, generando problemas como las alergias.
Por otro lado, la canela actúa también como antibacteriano y antiviral natural. Por ello puede proteger parcialmente contra infecciones, aunque su potencia no es comparable a la de un antibiótico.
Mejora la función cerebral
Para terminar de hablar de los beneficios es necesario destacar el papel de la canela a la hora de activar el sistema nervioso central. Consigue incrementar ligeramente el flujo sanguíneo por la vía del óxido nítrico. De este modo llegan más oxígeno y nutrientes al cerebro, mejorando la memoria, la concentración e incluso el estado de ánimo.
Debido a esta propiedad podría actuar positivamente también en lo que a recuperación deportiva se refiere. Habitualmente se emplean sustancias que cuentan con nitratos y que activan el mecanismo vasodilatador. El impacto de la canela no es tan grande como el de otros compuestos, como el zumo de remolacha o la citrulina malato, pero resulta asequible y pueden incluirse con facilidad en la pauta dietética sin llegar a precisar de suplementos.
Previene patologías cardiovasculares
El consumo regular de canela y de suplementos de extracto de la misma ayuda a mejorar el perfil lipídico. Reduce la tasa de oxidación de las lipoproteínas LDL y puede disminuir también los triglicéridos. Esto es algo que se considera positivo de cara a la prevención cardiovascular.
Evitar una oxidación excesiva evita la degeneración del endotelio, lo que haría que este perdiese su carga eléctrica. Si algo así sucede se facilita el acercamiento de las grasas que circulan por la sangre a la pared de las arterias, incrementando el riesgo aterogénico en presencia de calcio y de compuestos agregantes.
Mantener unas lipoproteínas no oxidadas también es determinante para mejorar la salud del corazón, ya que estas desarrollarán de manera más eficiente sus funciones y será menos probable que se junten estableciendo la placa de ateroma.
¿Cuáles son las dosis necesarias de canela para tener beneficios?
Hablemos ahora de la dosificación. Tenemos un metanálisis que muestra que los beneficios de la canela se obtienen cuando se implementa un consumo de 120 miligramos a 6 gramos al día durante 4-18 semanas. En este caso se mejoran la glucosa en ayunas y también el perfil lipídico y los triglicéridos en personas sanas.
Una revisión más reciente publicada en Nutrients concluye que es eficiente la ingestión de 1, 2 o 6 gramos de canela Cassia tras las comidas durante 40 días para ayudar a controlar las glucemias en diabéticos de tipo 2. La glucosa en sangre se reduce con esta estrategia entre un 18 y un 29 %. Aquí se incluyen un total de 14 ensayos clínicos en humanos diabéticos.
Tras estudiar los papers más recientes se puede observar como el efecto de la canela sobre las glucemias puede ser significativo a dosis bajas cuando hablamos de personas sanas, pero si existe patología metabólica será preciso recurrir a la suplementación. En este caso se consigue una dosis del principio activo (cinamaldehido) mayor, generando por lo tanto un impacto grande.
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¿Cómo usar la canela?
A la canela se le puede sacar partido de muchas maneras distintas. Una de las mejores alternativas es combinarla con el café. Así se obtiene un efecto sinérgico entre la cafeína y la especie culinaria que facilitará la utilización de las grasas como sustrato energético principal y la pérdida de peso. También se logrará un mayor beneficio antioxidante, lo que puede ser de utilidad para prevenir el desarrollo de patologías crónicas.
Pero realmente la canela se puede añadir tanto en polvo como en rama a multitud de preparaciones culinarias distintas, tanto dulces como saladas. Combina de manera estupenda con el yogur o el kéfir, como sustituto del azúcar. Se puede emplear también para hacer batidos o smoothies de frutas, incrementando la concentración de fitoquímicos de los mismos.
Incluso es posible fabricar aceites esenciales a partir de canela que pueden favorecer la relajación a partir de su aplicación. Esto es clave para controlar el estrés, otro de los factores que puede influir sobre los niveles de inflamación y de oxidación en el medio interno.
A la hora de elegir la canela, es importante buscar aquella que cuente con un color marrón claro y un aroma dulce. Hay que evitar la de tono marrón oscuro, ya que cuenta con una peor calidad. Lo mismo sucede si presenta un aroma mohoso. En lo que al almacenamiento se refiere, es recomendable que se guarde siempre en un lugar fresco y oscuro. Si se trata de una versión molida puede aguantar en un frasco de cristal unos 6 meses.
Referencias bibliográficas
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