Se ha introducido el término “superalimentos” para describir comestibles con beneficios específicos para la salud. Son ampliamente difundidos en los medios de comunicación, pero al no existir una definición generalmente aceptada, cualquier alimento puede etiquetarse como tal.
Es frecuente encontrarse este tipo de publicidad en centros de restauración o en el propio supermercado. A pesar de que puedan parecer prometedores, lo cierto es que para sacarles partido a estos comestibles hay que incluirlos en el contexto de una dieta equilibrada. Tampoco es estrictamente necesario que aparezcan en la pauta regular para mantener un buen estado de salud.
¿Qué son los superalimentos?
El término «superalimentos» se utiliza para describir alimentos que son especialmente ricos en nutrientes y que se cree que tienen beneficios para la salud. Estos alimentos suelen contener una concentración significativa de vitaminas, minerales, antioxidantes y otros compuestos bioactivos que se considera que tienen efectos positivos sobre el organismo. Además podrían relacionarse con la capacidad de prevenir enfermedades, de reforzar el sistema inmunológico y de mejorar el estado de salud en general.
Es importante destacar que, si bien estos alimentos son nutritivos y pueden ser beneficiosos, no hay una definición científica precisa de qué constituye un «superalimento». Además, una alimentación equilibrada y variada es fundamental para obtener todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud. No hay un único comestible que proporcione todos los nutrientes que el cuerpo necesita, y la clave está en la diversidad y la moderación en la alimentación.
Algunos ejemplos de los considerados superalimentos son los siguientes:
Aguacate: con alto contenido en grasas saludables, especialmente ácidos grasos monoinsaturados, así como vitamina E y potasio.
Nueces: por su contenido en omega-3, fibra y antioxidantes.
Bayas: como arándanos, fresas, frambuesas, moras y goji, que son ricas en antioxidantes y vitaminas.
Quinoa: semilla que se consume como un grano, rica en proteínas, fibra, vitaminas y minerales, y es una excelente fuente de aminoácidos esenciales.
Cúrcuma: contiene curcumina, un compuesto con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Jengibre: con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Espirulina: es un alga verdeazulada que es rica en proteínas, vitaminas B, hierro y otros nutrientes. Se consume a menudo en forma de suplemento.
Chía: son pequeñas semillas que aportan una excelente fuente de fibra, ácidos grasos omega-3 y antioxidantes.
Kale (col rizada): es una verdura de hojas verdes rica en vitaminas A, C y K, así como en hierro y calcio.
Chocolate negro: contiene antioxidantes y flavonoides, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Algas marinas: como nori, wakame y dulse, son ricas en minerales, incluido el yodo, y ofrecen beneficios para la salud debido a su contenido nutricional.
Salmón: con alto contenido en omega-3, buena fuente de proteínas y también de antioxidantes como la astaxantina, que puede ayudar a combatir el estrés oxidativo. También contiene diversas vitaminas y minerales (D, B12, niacina, fósforo, selenio…).
Granada: conocida por sus antioxidantes, especialmente los polifenoles y el ácido elágico. También es rica en vitamina C y potasio.
Beneficios de los superalimentos
Los superalimentos suelen estar asociados con varios beneficios para la salud debido a sus perfiles nutricionales ricos en nutrientes y compuestos bioactivos. En este sentido, los superalimentos pueden ofrecer algunos beneficios específicos, entre los que destacan:
Alto contenido de nutrientes.
Propiedades antioxidantes.
Apoyo al sistema inmunológico.
Propiedades antiinflamatorias.
Mejora de la salud cardiovascular.
Regulación del azúcar en la sangre.
Mayor salud digestiva.
Más energía y vitalidad.
Mejora de la función cognitiva.
Hidratación y desintoxicación.
Limitaciones de los superalimentos
A pesar de los beneficios asociados con los superalimentos, es importante tener en cuenta algunas limitaciones y consideraciones:
Variedad y equilibrio: la clave para una alimentación saludable es la variedad y el equilibrio, ya que no hay un único alimento que proporcione todos los nutrientes necesarios para una dieta equilibrada.
Costo económico: algunos superalimentos pueden ser más caros en comparación con opciones más comunes.
Disponibilidad: ciertos superalimentos pueden no estar fácilmente disponibles en todas las regiones o durante todo el año. La disponibilidad estacional y geográfica puede limitar el acceso a ciertos alimentos o encarecer el producto.
Marketing exagerado: el término «superalimento» no está regulado, lo que significa que no hay una definición estándar y científica para clasificar un alimento como tal. En algunos casos, el término puede ser utilizado con fines de marketing exagerado, lo que lleva a expectativas poco realistas sobre los beneficios para la salud.
Interacciones con medicamentos: algunos superalimentos, especialmente aquellos comercializados en forma de suplementos, pueden interactuar con fármacos.
Tendencia a la exclusividad: centrarse demasiado en los superalimentos puede llevar a la exclusión de otros alimentos igualmente saludables. La variedad y la diversidad en la dieta son esenciales para garantizar una ingesta equilibrada de nutrientes.
¿Son los superalimentos realmente milagrosos?
No, los superalimentos no son realmente «milagrosos» en el sentido de ser soluciones mágicas o curas totales para problemas de salud. Aunque muchos superalimentos tienen perfiles nutricionales excepcionales y ofrecen diversos beneficios para la salud, es crucial entender que la salud general no se puede atribuir a un solo alimento o grupo de alimentos.
Para entender esto, hay que tener en cuenta algunos aspectos:
No hay comestibles milagrosos: la salud es el resultado de una combinación de factores, que incluyen la genética, el estilo de vida, la actividad física, el sueño y la dieta. Ningún alimento por sí solo puede proporcionar todos los nutrientes y beneficios necesarios para mantener la salud.
Enfoque en la dieta global: la clave para una buena salud es seguir una dieta equilibrada y variada que incluya una amplia gama de alimentos nutritivos. Los superalimentos pueden ser parte de esa dieta, pero no deben ser vistos como la única respuesta.
Consideraciones individuales: las necesidades nutricionales varían de una persona a otra. Lo que puede ser beneficioso para una persona puede no ser tan relevante para otra.
Enfoque holístico: la salud general se beneficia más de un enfoque holístico que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular (entrenamiento de fuerza), sueño adecuado, manejo del estrés y otros hábitos de vida saludables. En Saul Nutri podemos ayudarte con esto de una forma totalmente personalizada que genere buena adherencia. Pincha aquí.
Referencias bibliográficas
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