La celiaquía es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a aproximadamente el 1 % de la población mundial. Esta afección se desencadena cuando las personas con predisposición genética ingieren gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Por este motivo la dieta para celíacos es carente en dicho nutriente, evitando así que empeoren los síntomas.
Al consumir gluten, el sistema inmunológico de los celíacos genera una respuesta contra las propias células del intestino delgado, dañando sus vellosidades y, en consecuencia, dificultando la absorción de nutrientes esenciales. Los síntomas pueden variar de una persona a otra e incluyen problemas gastrointestinales, fatiga crónica, anemia, pérdida de peso y, en el caso de niños, retraso en el crecimiento.
En personas celíacas la única opción de tratamiento efectiva es una dieta sin gluten de por vida. Esta dieta implica evitar todos los alimentos que contienen o pueden estar contaminados con gluten. Llevar una dieta sin gluten puede resultar desafiante pero es posible llevar una alimentación completa y equilibrada.
¿Qué es la celiaquía?
La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune desencadenado por el consumo de gluten en individuos genéticamente susceptibles que afecta aproximadamente al 1 % de las poblaciones caucásicas. El único tratamiento actual es una dieta para celíacos estricta sin gluten de por vida. Esta dieta excluye el trigo, la cebada y el centeno, pero puede incluir avena sin gluten para adultos.
El diagnóstico implica pruebas serológicas para detectar anticuerpos específicos y, en algunos casos, una biopsia intestinal que confirma el daño a las vellosidades. El tratamiento requiere educación, motivación y seguimiento del paciente. Los síntomas persistentes requieren una revisión del diagnóstico original y la adherencia a la dieta sin gluten. También se reconocen otros trastornos relacionados con el gluten, como la dermatitis herpetiforme y la sensibilidad al gluten no celíaca.
Si no se controla adecuadamente, puede llevar a problemas de salud graves, como osteoporosis, infertilidad y un mayor riesgo de linfoma intestinal. En los últimos años, la investigación ha mostrado que, además de los síntomas gastrointestinales, muchas personas experimentan síntomas extraintestinales, como dolor en las articulaciones, depresión, migrañas y, en algunos casos, neuropatía periférica.
Se cree que su activación depende tanto de factores genéticos como ambientales, lo cual podría explicar por qué algunas personas desarrollan la enfermedad en la infancia mientras que en otras aparece en la edad adulta
¿En qué consiste la dieta para celíacos?
La dieta para celíacos se basa en la eliminación de cualquier alimento que contenga gluten, incluyendo el trigo, la cebada, el centeno y sus derivados. La clave para llevarla de manera exitosa está en conocer bien qué alimentos son seguros y cuáles pueden ser peligrosos.
Alimentos permitidos en una dieta para celíacos:
- Frutas y verduras.
- Fuentes proteicas: carnes, aves, pescados, huevos y legumbres.
- Lácteos.
- Granos y harinas sin gluten: arroz, el maíz, la quinoa, el amaranto, el trigo sarraceno (alforfón) y el mijo. Las harinas de estos granos son una buena base para panes y repostería sin gluten.
- Frutos secos y semillas.
En relación a los alimentos prohibidos en la dieta para celíacos, encontramos:
- Trigo, cebada, centeno y derivados: estos cereales y sus derivados, como el pan, la pasta, las galletas, los cereales de desayuno y la cerveza, contienen gluten.
- Avena no certificada sin gluten: aunque la avena es naturalmente libre de gluten, pueden contaminarse en el procesamiento y transporte. Solo las avenas certificadas sin gluten son seguras.
- Productos procesados: muchos alimentos procesados, como embutidos, salsas, sopas enlatadas y snacks, pueden contener gluten en forma de espesantes, estabilizantes o como aditivo de sabor.
- Bebidas alcohólicas u otras bebidas: ciertas bebidas alcohólicas, como las cervezas de cebada, y algunas bebidas saborizadas contienen gluten. Los destilados, en cambio, suelen ser seguros porque el gluten no permanece después de la destilación.
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Consejos prácticos para seguir una dieta para celíacos
Adoptar una dieta sin gluten de forma segura y sostenible es posible con algunos ajustes y estrategias que facilitan la transición y el mantenimiento. Estos consejos ayudan a minimizar el riesgo de exposición al gluten y a evitar la monotonía en las comidas.
- Leer etiquetado nutricional:
Una de las principales dificultades para quienes comienzan una dieta sin gluten es identificar productos seguros, ya que el gluten puede aparecer de forma inesperada en alimentos procesados. Leer las etiquetas con atención permite detectar ingredientes ocultos como “harina de trigo”, “extracto de malta” o “saborizantes” que pueden tener gluten. También es importante estar atento a los alérgenos que se incluyen en los listados de ingredientes, ya que muchas etiquetas indican claramente si un producto puede contener trazas de gluten debido a la contaminación cruzada en las fábricas.
Para facilitar esta tarea, algunos países requieren que los productos sin gluten lleven un sello de certificación. Estos sellos aseguran que el producto ha pasado pruebas rigurosas para verificar que cumple con el estándar de menos de 20 partes por millón (ppm) de gluten, nivel que se considera seguro para la mayoría de las personas con celiaquía.
- Evitar la contaminación cruzada en casa:
La contaminación cruzada ocurre cuando los alimentos libres de gluten entran en contacto con el gluten de forma accidental. Este problema es frecuente en cocinas compartidas o en establecimientos de comida donde se utilizan los mismos utensilios, superficies y electrodomésticos. Para reducir la contaminación cruzada en la dieta para celíacos, es aconsejable:
- Separar utensilios como cuchillos, cucharas, tablas de cortar y coladores que se usarán exclusivamente para la preparación de alimentos sin gluten.
- Designar espacios específicos en la cocina, como una estantería o cajón, para almacenar productos y alimentos sin gluten.
- Limpiar cuidadosamente las superficies de trabajo, sartenes y electrodomésticos antes de preparar alimentos sin gluten.
- Usar tostadoras y freidoras separadas, ya que el gluten puede quedar en los residuos y contaminar alimentos que de otro modo serían seguros.
- Planificar las comidas:
Llevar una dieta para celíacos implica planificar con anticipación para asegurar una nutrición equilibrada y evitar la exposición accidental al gluten. La planificación semanal ayuda a asegurar la disponibilidad de alimentos sin gluten en casa, lo que reduce la necesidad de depender de opciones rápidas que podrían no ser seguras.
Una planificación adecuada también permite incluir una variedad de alimentos frescos y sin procesar, lo cual es fundamental para obtener nutrientes clave que suelen faltar en las dietas sin gluten, como la fibra, el hierro y ciertas vitaminas del grupo B. Los menús semanales pueden incluir desayunos con avena certificada sin gluten, almuerzos a base de quinoa o mijo, cenas con proteínas magras y snacks de frutos secos o frutas frescas.
- Llevar aperitivos sin gluten para evitar riesgos:
Llevar aperitivos sin gluten al salir de casa es una estrategia práctica para reducir el riesgo de consumo accidental de gluten en situaciones imprevistas, como viajes, reuniones o comidas en restaurantes. Entre las opciones portátiles y nutritivas están los frutos secos, las barritas sin gluten, frutas frescas y secas o galletas de arroz, por ejemplo. Estos snacks no solo aseguran que haya una alternativa segura disponible, sino que también previenen la fatiga o el malestar que pueden surgir al omitir una comida por falta de opciones seguras.
- Consultar con un dietista-nutricionista especializado:
El trabajo de un dietista o nutricionista con experiencia en celiaquía es de gran ayuda para asegurar que la dieta cubra todas las necesidades nutricionales. La celiaquía se asocia con deficiencias en nutrientes como el hierro, el calcio, el magnesio y ciertas vitaminas, por lo que un seguimiento profesional puede ser importante para ajustar la dieta para celíacos o para indicar suplementos cuando sea necesario.
Beneficios de la dieta para celíacos
Llevar una dieta sin gluten de manera estricta y sostenida es crucial para la salud y el bienestar de las personas con celiaquía. Aunque la dieta sin gluten puede parecer restrictiva, sus beneficios son evidentes tanto en el corto como en el largo plazo. A continuación, se describen algunos de los principales beneficios documentados de esta dieta:
- Mejora de la salud intestinal y reducción de la inflamación:
El consumo de gluten en personas celíacas provoca una respuesta inmunológica que inflama el intestino delgado, dañando sus vellosidades y reduciendo su capacidad para absorber nutrientes. Al eliminar el gluten el intestino se recupera gradualmente y las vellosidades dañadas pueden regenerarse, lo que permite una mejor absorción de nutrientes esenciales. Este proceso de recuperación intestinal suele llevar meses, aunque en algunos casos puede extenderse hasta varios años.
La reducción de la inflamación intestinal no solo mejora la digestión, sino que también puede ayudar a reducir síntomas extraintestinales, como dolor en las articulaciones y fatiga crónica, que suelen ser comunes en personas con celiaquía no tratada.
- Aumento de los niveles de energía y bienestar emocional:
La condición celíaca puede experimentar fatiga crónica, letargo y dificultades para concentrarse debido a la malabsorción de nutrientes esenciales como el hierro y las vitaminas del grupo B. Estos nutrientes son fundamentales para la producción de energía y el funcionamiento neurológico. Con el tiempo una dieta sin gluten bien equilibrada permite la adecuada absorción de estos nutrientes, lo que contribuye a mejorar los niveles de energía y bienestar general.
Además, los estudios han mostrado que el tratamiento adecuado de la celiaquía, mediante una dieta sin gluten, tiene un impacto positivo en la salud mental y el estado de ánimo. La reducción de los síntomas físicos y la restauración de los niveles de nutrientes pueden llevar a una disminución de la ansiedad y la depresión asociadas con la enfermedad celíaca.
- Prevención de deficiencias nutricionales:
La mala absorción de nutrientes es una de las principales consecuencias de la celiaquía sin tratamiento, y puede llevar a deficiencias en hierro, calcio, vitamina D, magnesio y vitamina B12. Estos nutrientes son esenciales para la salud ósea, la producción de glóbulos rojos y el sistema inmunológico. Una dieta sin gluten bien planificada facilita la recuperación de los niveles de estos nutrientes y ayuda a prevenir problemas como anemia, osteoporosis y debilitamiento del sistema inmunitario.
Los estudios sugieren que las personas con celiaquía que siguen estrictamente una dieta sin gluten presentan mejores niveles de estos nutrientes en comparación con aquellas que no la siguen correctamente. Además, la educación sobre una dieta sin gluten equilibrada es fundamental para asegurar que no se sustituyan productos con gluten por alternativas sin gluten pobres en nutrientes y procesadas.
- Reducción del riesgo de enfermedades a largo plazo:
A largo plazo, una dieta sin gluten estricta reduce el riesgo de varias complicaciones relacionadas con la celiaquía, como osteoporosis, infertilidad y ciertos tipos de cáncer, en especial el linfoma intestinal. Las personas que no siguen la dieta de manera rigurosa tienen un mayor riesgo de desarrollar estas complicaciones debido a la inflamación crónica y a la persistente malabsorción de nutrientes.
La adherencia a la dieta sin gluten también es fundamental para reducir el riesgo de complicaciones autoinmunes adicionales, ya que se ha observado que algunas personas con celiaquía no tratada desarrollan enfermedades autoinmunes adicionales, como la tiroiditis autoinmune y la diabetes tipo 1. Mantener la inflamación bajo control mediante una dieta libre de gluten ayuda a disminuir estos riesgos.
- Mejora en la calidad de vida:
La celiaquía sin tratamiento tiene un impacto significativo en la calidad de vida, ya que los síntomas gastrointestinales y extraintestinales pueden afectar el día a día de los pacientes. La implementación de una dieta sin gluten no solo reduce los síntomas físicos, sino que también permite a las personas celíacas llevar una vida más plena, sin interrupciones por malestar o preocupación constante por los alimentos.
Un estudio de Roos et al. (2019) demostró que las personas con celiaquía que siguen estrictamente una dieta sin gluten informan una mejora significativa en su calidad de vida. Se sienten más enérgicas, tienen menos problemas de salud y experimentan una mayor satisfacción general al saber que pueden gestionar su condición mediante la dieta.
Recetas fáciles en la dieta para celíacos
A continuación, se muestran dos ejemplos de recetas saludables, atractivas, y nutritivas que son libres de gluten y, por tanto, seguras para personas que tienen que llevar dieta para celíacos.
1. Pancakes de harina de almendra y plátano.
Estos pancakes sin gluten son una opción ideal para el desayuno o una merienda. Estos pancakes son ricos en proteínas y fibra, y están hechos completamente sin gluten gracias a la harina de almendra.
Ingredientes:
- 1 plátano maduro.
- 2 huevos.
- 1/4 taza de harina de almendra.
- 1/2 cucharadita de canela (opcional).
- 1/4 cucharadita de polvo de hornear sin gluten.
- Una pizca de sal.
- Aceite de coco o de oliva para cocinar.
Elaboración:
- Preparar la mezcla: en un bol, tritura el plátano hasta hacerlo puré. Añade los huevos y bate hasta que quede bien mezclado. Incorpora la harina de almendra, la canela, el polvo de hornear y la sal, y mezcla bien hasta obtener una mezcla homogénea.
- Cocinar los pancakes: calienta una sartén antiadherente a fuego medio y unta ligeramente con aceite de coco o de oliva. Vierte aproximadamente 1/4 de taza de la mezcla en la sartén y cocina durante 2-3 minutos por cada lado o hasta que estén dorados y cocidos.
- Servir: sirve los pancakes calientes con frutas frescas, un poco de miel o yogur.
2. Fajitas de pollo con tortitas de harina de maíz sin gluten.
Estas fajitas de pollo, servidas en tortitas de maíz sin gluten, son ideales para una comida completa y llena de sabor.
Ingredientes:
- 2 pechugas de pollo (en tiras).
- 1 pimiento rojo (en tiras).
- 1 pimiento verde (en tiras).
- 1 cebolla morada (en rodajas).
- 1 cucharadita de pimentón dulce.
- 1/2 cucharadita de comino molido.
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo.
- Sal y pimienta al gusto.
- 2 cucharadas de aceite de oliva.
- Fajitas de maíz sin gluten.
- Guacamole, yogur natural o crema de anacardos para servir (opcional).
Elaboración:
- Marinar el pollo: en un bol grande, mezcla el pimentón, el comino, el ajo en polvo, sal y pimienta. Agrega las tiras de pollo y unta bien con las especias.
- Cocinar los ingredientes: en una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agrega el pollo y cocina durante 5-7 minutos, hasta que esté dorado y cocido. Retira el pollo de la sartén y añade los pimientos y la cebolla. Cocina las verduras durante unos 5 minutos o hasta que estén tiernas y ligeramente caramelizadas. Reincorpora el pollo a la sartén y remueve bien para mezclar.
- Calentar las fajitas: calienta las fajitas de maíz en otra sartén, unos segundos por cada lado.
- Montar y servir: coloca el pollo y las verduras sobre cada fajita y sirve con guacamole, yogur natural o crema de anacardos al gusto.
Referencias bibliográficas
- Melini, V., & Melini, F. (2019). Gluten-Free Diet: Gaps and Needs for a Healthier Diet. Nutrients, 11(1), 170.
- Al-Toma, A., Volta, U., Auricchio, R., Castillejo, G., Sanders, D. S., Cellier, C., Mulder, C. J., & Lundin, K. E. A. (2019). European Society for the Study of Coeliac Disease (ESsCD) guideline for coeliac disease and other gluten-related disorders. United European gastroenterology journal, 7(5), 583–613.
- Rostami, K., Bold, J., Parr, A., & Johnson, M. W. (2017). Gluten-Free Diet Indications, Safety, Quality, Labels, and Challenges. Nutrients, 9(8), 846.
- Roos, S., Kärner, A., & Hallert, C. (2009). Gastrointestinal symptoms and well-being of adults living on a gluten-free diet: a case for nursing in celiac disease. Gastroenterology nursing: the official journal of the Society of Gastroenterology Nurses and Associates, 32(3), 196–201.