El concepto de fofisano es erróneo. A medio plazo la salud de una persona con sobrepeso se irá mermando, hasta el punto en el que enfermará con mucha más facilidad. Sin embargo, es posible encontrar a un pequeño grupo de individuos que experimentan una situación transitoria de sobrepeso cuyo metabolismo funciona todavía de manera adecuada.
Para que esto suceda del modo en el que lo expongo es primordial que una variable se mantenga en rangos óptimos, y es la masa muscular. Al fin y al cabo este tejido lo controla casi todo. No solo ejerce una función mecánica, sino que interviene de manera determinante sobre la homeostasis en el medio interno y sobre la función hormonal. También controla la inflamación, el proceso detonante en cualquier patología de carácter metabólica.
¿Cuándo hablamos de un gordo metabólicamente sano?
Es una definición que probablemente no aparezca en los libros. Pero podríamos definir a este sujeto como una persona con sobrepeso con notable facilidad para experimentar recomposición corporal cuando cambia sus hábitos. Con esto de recomposición me refiero a ganar masa muscular y perder grasas al mismo tiempo, uno de los fetiches de cualquier nutricionista.
Y es que hay que dejar claro que no todas las personas gozan de resultados favorables ante un cambio de tendencia relacionado con la dieta. Es más, a la mayoría puede que le cueste consolidar los avances y que se estanquen rápido. Esto está condicionado porque sus valores de masa muscular inicial son muy pobres. A partir de aquí se generan dos mecanismos nocivos: poco gasto energético diario y dificultad para captar glucosa por parte de los tejidos.
De la resistencia a la insulina ya hemos hablando en otras ocasiones en este mismo blog, pero viene a estar relacionado también con lo que comento. Cuando las células no responden adecuadamente a la hormona se vuelve difícil el hecho de emplear ácidos grasos para producir energía, lo que provoca que muchos no sean buenos respondedores a una dieta hipocalórica.
Entonces podríamos definir a un gordo metabólicamente sano como aquella persona que por una cuestión situacional ha desarrollado sobrepeso, pero no lo ha mantenido el tiempo suficiente como para que este genere alteraciones epigenéticas o problemas relacionados con la homeostasis de la glucosa. También se alcanzaría una situación de este estilo cuando un deportista en activo, pero con una carga de trabajo reducida, continúa entrenando pero come más de lo que gasta, acumulando poco a poco tejido graso.
La grasa visceral como elemento determinante
Otro aspecto que puede marcar el devenir de los gordos metabólicamente sanos es el nivel de grasa visceral. Y es que este suele encontrarse en rangos normales. La acumulación derivada del sobrepeso se produce fundamentalmente a nivel subcutáneo en forma de tejido blanco. A medio plazo generará problemas, pero al principio hablamos de una adaptación que parece fácilmente reversible.
Esto ha sucedido y sucede en atletas de élite durante periodos de descanso, por ejemplo. No es el primer caso de un deportista que vuelve de las vacaciones con 10 o 12 kilos de más. Entraría en el rango de persona con sobrepeso, pero no le costará apenas bajarlos. Probablemente en un mes tras recuperar la rutina se ponga a tono. Ojo, el riesgo de lesión se verá aumentado al principio, por lo que no resulta una opción ideal.
Sea como fuere, trabajar un cambio de hábitos con una persona con sobrepeso metabólicamente sana resulta relativamente sencillo, porque son buenos respondedores. Puede que en todo esto influya además la genética, pero respecto a este campo existen muchas dudas y contradicciones aún en la literatura científica.
Por último hemos de destacar que el caso del gordo metabólicamente insano es también reversible, aunque lleva más tiempo. Primero habrá que trabajar sobre la capacidad de responder a la insulina para vencer la resistencia anabólica. Luego la prioridad será generar tejido magro. Por último ajustar la ingesta energética para crear un déficit que permita oxidar grasa con mayor eficiencia.
Más allá de la composición corporal, fíjate en la eficiencia del metabolismo
Como has visto, el estado de composición corporal puede ser fácilmente maleable. Sin embargo, las variaciones en el metabolismo se producen de una manera más lenta, para bien o para mal. Se consolidarán en el tiempo y habrá que trabajar sobre ellas para alcanzar el éxito cuando se inicia un plan para perder peso, sobre todo en aquellas personas que llevan mucho tiempo con malos hábitos.
Sea como fuere, para ello siempre puedes contar con mi ayuda totalmente personalizada.
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