La freidora de aire se ha convertido en una de las opciones más populares para cocinar en los últimos años. Principalmente por su comodidad y facilidad para elaborar múltiples recetas sabrosas en pocos minutos. A esto le sumamos que son sencillas de limpiar y que no precisan apenas aceite para las preparaciones. Resultan sin duda una opción bastante saludable por varios motivos que te voy a contar a continuación.
Pero antes recordemos la necesidad de limitar la presencia de métodos de cocción grasos en la dieta, como las frituras tradicionales. Tanto los fritos como los rebozados incrementan la densidad energética de la dieta, lo que puede contribuir al aumento del peso graso y a la inflamación dentro del organismo.
¿Cómo funciona una freidora de aire?
El mecanismo de la freidora de aire es bastante simple. La cocción se consigue a través de un flujo de aire caliente que se mantiene en circulación constante y con temperatura homogénea. El electrodoméstico suele poseer una serie de ventiladores en su interior, generando un efecto similar al de un horno, pero en tamaño reducido. Existen modelos que ofrecen distinta potencia, pero generalmente el calor aplicado se puede regular desde el exterior, así como el tiempo de preparación de los alimentos.
Además hablamos de un método de cocción que permite la inclusión de casi cualquier alimento. Si bien el término «freidora» se atribuye por el aspecto final de los comestibles introducidos, con color dorado y textura crujiente, la necesidad de emplear aceite en estos aparatos se reduce significativamente. Esto conlleva una serie de ventajas a nivel nutricional.
Beneficios nutricionales de la freidora de aire
Respecto al método de fritura tradicional, la freidora de aire cuenta con una serie de ventajas:
- Menos calorías: el aceite es un producto con una elevada densidad energética. Aporta 9 kcal/g. Reducir su dosis en la elaboración de las comidas se salda con un balance energético inferior al final del día. Esto puede propiciar la pérdida de peso en forma de tejido adiposo subcutáneo, algo positivo para la salud.
- Reducción de grasas trans: los lípidos trans son aquellos que se generan al someter a los ácidos grasos mono y poliinsaturados a las altas temperaturas. Son inflamatorios y contribuyen al desarrollo de patologías crónicas y complejas. En la freidora de aire, como apenas se emplea grasa, la presencia de estos compuestos nocivos se reduce de manera dramática.
- Mayor contenido de fibra en los alimentos: estos electrodomésticos contribuyen a preservar la integridad de las fibras de los alimentos. Evitar que dichas estructuras se rompan es positivo para el funcionamiento del tubo digestivo. Contribuirá a facilitar el tránsito intestinal y a mejorar la salud de la microbiota, gracias a los procesos de fermentación.
- Disminución de la acrilamida: hablamos de un compuesto potencialmente tóxico que se genera a base de aplicar altas temperaturas sobre alimentos con alto contenido en carbohidratos. Curiosamente la freidora de aire reduce en hasta un 90 % la presencia de acrilamida en las patatas cuando la comparamos con el método de fritura tradicional. El efecto será mayor si estas se dejan en remojo antes de cocinarlas.
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¿Cómo elegir una freidora de aire?
Actualmente existen en el mercado muchos modelos distintos de freidoras de aire. Comparten características de funcionamiento similares, pero ciertas diferencias pueden ser tenidas en cuenta a la hora de elegir una:
- Tamaño: la capacidad es uno de los aspectos clave. Los modelos compactos de 2 litros cumplen la función para una persona, pero si hablamos de familias será preciso recurrir a los compartimentos más grandes. Estos además son más cómodos para elaborar carnes o pescados.
- Potencia: determina las funciones de la freidora de aire y su versatilidad. La mayor parte de los alimentos se cocinan en un rango de 160-180 grados. Pero para algunas piezas, como las alitas de pollo, puede ser preciso aplicar una temperatura ligeramente mayor. Es interesante que al menos sea capaz de alcanzar los 200 grados en su interior para no perdernos ninguna de las posibilidades de este electrodoméstico.
- Precio: la horquilla de precios de estos productos es amplia. Desde los 50 hasta poco más de 200 euros. Los modelos más caros cuentan con mayor número de funciones predefinidas y mayor control de la temperatura. También con la ventaja de tener más ventiladores o puntos de calor en su interior, lo que puede evitar la necesidad de abrir la cubeta en medio de la cocción para voltear el producto.
¿Cuánta electricidad consume una freidora de aire?
Generalmente las freidoras de aire cuentan con una potencia que va desde los 1000 hasta los 1440 watts. Un horno tradicional suele contar con 1200-2200 watts, por lo que el pequeño electrodoméstico consume significativamente menos. Era de esperar, lo cual también nos puede servir para ahorrar a final de mes en la factura de la luz.
Además las elaboraciones que se realizan dentro de la freidora de aire suelen requerir menos tiempo que las preparaciones en el horno, lo cual sigue reduciendo el gasto final de las mismas. A parte le sumamos que son más sencillas de limpiar. La cubeta se extrae con facilidad y se puede introducir en el lavavajillas en la mayor parte de los casos. De lo contrario bastará con aplicar producto desengrasante con un estropajo y aclararlo posteriormente. La superficie antiadherente facilita el proceso.
Diferencias entre una freidora de aire y un horno
A pesar de la similitud en el mecanismo, existen diferencias entre la freidora de aire y el horno más allá de la potencia de cada uno de los electrodomésticos. En primer lugar la versatilidad. Aunque en la freidora de aire se pueden introducir muchos alimentos diferentes, se suele buscar un resultado final tostado, similar al de la fritura tradicional. Un horno clásico sirve también para gratinar, para asar y para cocinar alimentos en salsa o con tiempos más largos y resultados jugosos.
De la misma manera, en la freidora de aire no es recomendable usar mucho aceite, mientras que en el horno puede emplearse mayor dosis de esta grasa junto con caldos o vinos para otorgar más potencia de sabor al resultado final. A parte el propio horno puede llegar a servirse de la irradiación de calor, no solo del uso del ventilador, para preparar las elaboraciones. En este caso las propiedades organolépticas finales varían.
Realmente son dos electrodomésticos que se complementan bien entre sí. Tienen puntos en común, pero también matices distintos. Podríamos decir que la freidora de aire es bastante adecuada para una o dos personas, donde la cantidad de comida no es elevada y se busca la comodidad y la practicidad. Si se prioriza las preparaciones complejas, el horno puede dar más juego.
Referencias bibliográficas
- Sansano M, Juan-Borrás M, Escriche I, Andrés A, Heredia A. Effect of pretreatments and air-frying, a novel technology, on acrylamide generation in fried potatoes. J Food Sci. 2015 May;80(5):T1120-8. doi: 10.1111/1750-3841.12843. Epub 2015 Apr 13. PMID: 25872656.
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