La diverticulitis puede llegar a ser un gran desafío para aquellas personas afectadas, pero debemos tener en cuenta que la alimentación puede llegar a ser una gran arma para manejarla. Con la dieta para la diverticulitis podemos evitar que la patología progrese, algo que podría causar un gran daño al sistema digestivo.
¿Qué es la diverticulitis?
La enfermedad diverticular es uno de los trastornos gastrointestinales más comunes en las sociedades industrializadas. Antes de todo, voy a explicar de dónde proviene la diverticulitis y el cuadro clínico de la enfermedad diverticular. Para ello, se deben diferenciar los términos:
- El término diverticulosis implica la presencia de divertículos en el colon, que pueden volverse o no sintomáticos. Los divertículos son invaginaciones o bolsas en forma de saco que se forman cuando hay una debilitación de ciertas partes de la capa mucosa del colon y de la submucosa, causando pequeñas hernias. Habitualmente no requiere tratamiento específico.
La etiología de los divertículos en el colon sigue siendo controvertida, pero se han postulado ciertas situaciones, como una baja ingesta de fibra, cambios producidos con la edad con una redistribución de las fibras de colágeno y elastina o la debilidad de la pared del colon.
- La diverticulitis, por tanto, es la complicación más común de la enfermedad diverticular, produciéndose la inflamación de uno o más de estos divertículos. Entonces, se produce una proliferación bacteriana en estos lugares, pudiendo conllevar daños de la pared intestinal y complicaciones más graves, como abscesos, perforación o peritonitis.
- La “enfermedad diverticular” ocurre cuando hay presencia de divertículos y que puede desencadenar sintomatología. Por tanto, estas lesiones anatómicas (divertículos) progresan a un estado de “enfermedad”.
Puede presentarse de forma sencilla (enfermedad diverticular sintomática pero sin complicaciones), que implica el engrosamiento de la pared del colon pero con síntomas de inflamación de bajo grado, o complicada (diverticulitis aguda con o sin complicaciones) cuando hay una inflamación de los divertículos y que además pueden aparecer abscesos, peritonitis, obstrucción, estenosis y/o fístulas. Esta última es menos común pero más grave.
La prevalencia e incidencia de la diverticulosis va en aumento. Las cifras aumentaron a partir de la revolución industrial y hay una gran diferencia entre los países occidentales y orientales, por lo que se cree que es a causa de una deficiencia de fibra dietética. La gravedad de la enfermedad aumenta con la edad, siendo más frecuente en hombres hasta los sesenta años, a partir de entonces la frecuencia es mayor para las mujeres.
Factores de riesgo para la enfermedad diverticular
Los factores de riesgo para la diverticulosis son multifactoriales:
- Factores genéticos, que se estima que puede llegar a ser el 40 – 50% del riesgo
- Estilo de vida: El ejercicio físico vigoroso se asocia a un menor riesgo. El consumo de tabaco y alcohol, la obesidad de tipo central y el sobrepeso, en cambio, son factores de riesgo.
- Uso de ciertos medicamentos: El consumo regular de antiinflamatorios no esteroideos (AINES), los corticoides y la terapia hormonal durante la menopausia se asocian a un aumento del riesgo de diverticulitis.
- Tipo de dieta: Un patrón dietético alto en fibra procedente de frutas, verduras, cereales, tubérculos y legumbres junto con un consumo bajo de carnes rojas y ultraprocesados y bollería se asocian a un menor riesgo de diverticulitis. Esto se define con un patrón de alimentación semivegetariano.
- Alteraciones del microbioma intestinal: La disbiosis intestinal está implicada en la patogénesis de muchos trastornos intestinales, donde el tipo de dieta y estilo de vida pueden inducir alteraciones microbianas conduciendo a la inflamación de la mucosa y con ello, a la diverticulitis.
- Edad: A mayor edad, mayor riesgo.
Sintomatología de la diverticulitis
La sintomatología dependerá de las complicaciones adyacentes de la propia patología. En el caso de la enfermedad diverticular sin complicaciones, en la que recordemos existe una inflamación de bajo grado, puede presentarse de forma ocasional (varias veces al año), con dolor abdominal de duración variable que no se alivia con la defecación o con la expulsión de gases. También puede haber hinchazón abdominal y cambios en los hábitos intestinales, siendo más frecuente el estreñimiento que la diarrea.
La sintomatología en muchas ocasiones es inespecífica y podría confundirse con un Síndrome de Intestino Irritable (SII).
En cambio, en la diverticulitis aguda, habitualmente se presenta dolor abdominal en el cuadrante inferior izquierdo, que puede ser agudo y punzante. Otros síntomas incluyen:
- Fiebre
- Cambios en las deposiciones
- Deposiciones con sangre
- Náuseas, habitualmente sin vómitos
¿Cómo se diagnostica la diverticulitis?
Habitualmente la diverticulosis se diagnostica de forma incidental a través una colonoscopia u otras pruebas que se piden para descartar otras patologías gastrointestinales o en exámenes de rutina.
La colonoscopia es la primera herramienta diagnóstica que se utiliza, junto con la sintomatología clínica presente. También pueden realizarse otras pruebas de imagen, como una ecografía, TAC o Resonancia Magnética (RM) para descartar otras posibles complicaciones, como perforaciones, peritonitis o abscesos.
Tratamiento de la diverticulitis
En el caso de la diverticulitis con sintomatología y/o complicaciones el tratamiento médico suele ser con antibióticos, en el caso de que haya una analítica que así lo refleje (PCR y recuento de linfocitos elevados), pacientes con la inmunidad comprometida o cuando se presentan complicaciones más graves, como abscesos, perforación, obstrucción o inflamación sistémica. Otros casos más graves pueden requerir cirugías.
Cuando hay un diagnóstico de diverticulitis aguda no complicada, suele utilizarse un descanso intestinal junto con una ingesta baja en fibra, dado que la privación de alimentos y el descanso intestinal pueden ayudar a reducir la inflamación, aunque no hay un claro consenso sobre el tema, debido a que se ha visto que puede asociarse a una estancia hospitalaria más larga, especialmente en adultos mayores. El descanso intestinal en las enfermedades agudas del colon es ineficaz para reducir la inflamación, el riesgo de infección y otras complicaciones.
- Sólo se recomendará una dieta absoluta con descanso intestinal en los casos que haya complicaciones como perforación, abscesos o peritonitis.
Una vez hay una resolución de la sintomatología aguda, se recomendará seguir una dieta baja en fibra y hacer una transición a una dieta estándar o alta en fibra (cumpliendo los valores de referencia dietética). La dieta alta en fibra previene la recurrencia de la diverticulitis al haber una reducción del tiempo de contacto entre el contenido intestinal, los divertículos y menor irritación.
Diversos estudios han informado de la importancia de la vitamina D para la homeostasis intestinal, a través de la modulación de la inflamación, de la integridad del epitelio intestinal y de la proliferación bacteriana. Por tanto, se recomendará una exposición solar diaria siempre que sea posible junto con una suplementación adecuada de vitamina D.
El uso de probióticos todavía sigue siendo controvertido, aunque ciertas cepas probióticas pueden ayudar a reducir el riesgo de recaídas y a promover la homeostasis intestinal. Estos suplementos deben ser pautados por profesionales, debido a que no todas las cepas actúan de la misma forma y no todos los pacientes tienen la misma sintomatología.
Te ayudo a cambiar tus hábitos
¿Tienes poco tiempo? ¿Lo intentaste y no dio resultado? Te ayudaré a hacerlo fácil y eficiente, invirtiendo el mínimo tiempo y esfuerzo posibles para lograr el máximo resultado.
¿Quieres ponerte en forma?
Una programación de nutrición + entrenamiento bien diseñada te permitirá consolidar buenos avances y no estancarte. Yo te ayudo con esto
Dieta para la diverticulitis
El objetivo dietético es mejorar la calidad de vida de la persona afectada, mejorando el dolor y el hábito deposicional. Por tanto, la alimentación se centrará en corregir la deshidratación (si la hay), aportar un estilo de alimentación variada y equilibrada con un adecuado aporte de macro y micronutrientes y en evitar el estreñimiento.
- Durante un brote agudo:
Durante la fase aguda de diverticulitis no complicada, se recomendará una dieta baja o moderada en fibra, de fácil digestión y que deberá progresar en textura al mismo tiempo que mejora la sintomatología.
- La dieta líquida puede recomendarse debido a que puede haber un mayor riesgo de obstrucción, ya sea mecánica por los alimentos o por la inflamación que se asocia a la diverticulitis. Aunque a día de hoy no hay un claro consenso.
Una vez se haya mejorado la sintomatología, puedes probar tolerancia inicialmente con una dieta baja en fibra, con el consumo de:
- Arroz, pasta, pan blanco o patatas.
- Frutas maduras y sin piel ó frutas asadas
- Proteínas magras, como pescado blanco, pollo, pavo o huevos.
- Verduras de fácil digestión como el calabacín, la calabaza, zanahorias o espárragos cocidos
- Recuperación y prevención
Una dieta rica en fibra en combinación con una hidratación adecuada promueve unas heces más blandas, voluminosas y con menor esfuerzo para defecar. En ciertos casos se pueden consumir suplementos con cáscara de Psyllium cuando la ingesta con la alimentación es dificultosa o insuficiente.
Consumo adecuado de fibra. La ingesta adecuada de fibra dietética puede ayudar a mejorar la funcionalidad gastrointestinal y a la generación de compuestos beneficiosos para las bacterias intestinales. Las ingestas recomendadas de fibra son de 25g/día para las mujeres y 38g/día para los hombres.
Reducir el consumo de carnes rojas y procesadas: Diversos estudios han confirmado la asociación entre el consumo de carne roja con un mayor riesgo de diverticulitis. Se ha demostrado que el riesgo aumenta cuanto mayor es el consumo.
Microbiota saludable: Nuevas investigaciones relacionan la microbiota intestinal con las alteraciones intestinales y la inflamación de bajo grado. Se encontró una reducción de las cepas de Clostridium cluster IV y Faecalibacterium prausnitzii en la enfermedad diverticular, caracterizadas por su acción antiinflamatoria al generar ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, a partir de ciertos tipos de fibras no fermentables.
Si hay una variación en la composición y número de las bacterias que conforman la microbiota fecal, se altera el equilibrio intestinal, comprometiendo la exposición a patógenos o a un crecimiento de otro tipo de bacterias pro-inflamatorias asociadas a la enfermedad diverticular y generando sintomatología.
- Alimentos recomendados y a evitar en la enfermedad diverticular
ALIMENTOS RECOMENDADOS | ALIMENTOS A EVITAR / LIMITAR |
|
|
*Al aumentar el consumo de fibra debes tener en cuenta dos factores:
- Que el consumo de fibra dependerá de tu situación personal, dado que al aumentar el volumen de las heces, puede provocar sintomatología de hinchazón, gases o dolor/molestias abdominales.
- Siempre que aumentes el consumo de fibra, asegúrate de beber suficiente agua para favorecer los movimientos intestinales, evitar el estreñimiento y favorecer la evacuación.
Referencias bibliográficas
- Bailey, J., Dattani, S., & Jennings, A. (2022). Diverticular Disease: Rapid Evidence Review. American family physician, 106(2), 150–156.
- Peery, A. F., Shaukat, A., & Strate, L. L. (2021). AGA Clinical Practice Update on Medical Management of Colonic Diverticulitis: Expert Review. Gastroenterology, 160(3), 906–911.e1. https://doi.org/10.1053/j.gastro.2020.09.059
- Strate, L. L., & Morris, A. M. (2019). Epidemiology, Pathophysiology, and Treatment of Diverticulitis. Gastroenterology, 156(5), 1282–1298.e1. https://doi.org/10.1053/j.gastro.2018.12.033
- Lemes, V. B., Galdino, G. G., Romão, P., & Reis, S. T. (2021). THE RELATION BETWEEN THE DIET AND THE DIVERTICULITIS PATHOPHYSIOLOGY: AN INTEGRATIVE REVIEW. Arquivos de gastroenterologia, 58(3), 394–398. https://doi.org/10.1590/S0004-2803.202100000-66
- Dahl, C., Crichton, M., Jenkins, J., Nucera, R., Mahoney, S., Marx, W., & Marshall, S. (2018). Evidence for Dietary Fibre Modification in the Recovery and Prevention of Reoccurrence of Acute, Uncomplicated Diverticulitis: A Systematic Literature Review. Nutrients, 10(2), 137. https://doi.org/10.3390/nu10020137
- Tursi, A., & Elisei, W. (2020). Diet in colonic diverticulosis: is it useful?. Polish archives of internal medicine, 130(3), 232–239. https://doi.org/10.20452/pamw.15199