La Rhodiola (Rhodiola rosea) ha sido parte de los sistemas de medicina tradicional en partes de Europa, Asia y Rusia durante siglos. A lo largo de la historia, se ha recetado contra el cáncer y la tuberculosis en Mongolia. También se ha administrado a recién casados para aumentar la fertilidad en Siberia y los vikingos la han utilizado para aumentar la resistencia y la fuerza física. En Noruega, incluso se ha consumido como alimento y como tratamiento para lavar el cabello.
Recientemente, la Rhodiola ha recibido atención de la comunidad científica por su potencial capacidad terapéutica como adaptógeno. Los adaptógenos son productos a base de hierbas naturales que no son tóxicos en dosis normales, los cuales producen una respuesta no específica y tienen una influencia fisiológica normalizadora. En resumidas cuentas, ayudan a controlar el estrés. De manera similar, se ha hecho referencia a la Rhodiola rosea como una ayuda ergogénica, es decir, una hierba utilizada para mejorar el rendimiento físico y mental.
¿Qué es la rhodiola?
La Rhodiola es una planta medicinal bienal de floración que se cultiva en regiones de alta latitud y altitud del mundo y que ha sido utilizada tradicionalmente en la medicina popular en varias culturas. También se conoce comúnmente como «raíz ártica» o «raíz de oro». Aunque existen varias especies de Rhodiola, la Rhodiola rosea es la más estudiada y utilizada con fines medicinales. La parte de la planta que se utiliza con más frecuencia es la raíz, que contiene compuestos bioactivos, como rosavinas, salidroside y otros fitoquímicos.
Se le atribuyen propiedades adaptógenas, lo que significa que se cree que ayuda al cuerpo a adaptarse y resistir el estrés físico, emocional y ambiental. Además de sus supuestos beneficios para reducir el estrés, la rhodiola también se ha asociado con la mejora del rendimiento cognitivo, la resistencia física y la capacidad de concentración.
Beneficios de la rhodiola
Algunos de los beneficios potenciales con los que se les asocia son los siguientes:
Propiedades adaptógenas: puede ayudar al cuerpo a adaptarse al estrés físico, emocional y ambiental, ayudando a equilibrar y fortalecer el sistema nervioso.
Mejora del rendimiento cognitivo: algunas investigaciones sugieren que puede tener efectos positivos en la cognición, incluida la memoria y la concentración.
Aumento de la resistencia física: puede mejorar la resistencia y reducir la fatiga, posiblemente al aumentar la disponibilidad de oxígeno y mejorar la eficiencia energética, lo que podría ser beneficioso para deportistas de resistencia.
Efectos antiestrés: algunos estudios han explorado el impacto sobre la reducción de los síntomas del estrés, como la fatiga y la ansiedad. Esta planta actúa regulando los niveles de cortisol, la hormona asociada con el estrés.
Propiedades antioxidantes: la presencia de compuestos antioxidantes puede ayudar a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo.
Asimismo, algunos estudios evidencian que la suplementación aguda con rhodiola tiene un efecto positivo sobre el rendimiento de resistencia y el índice de esfuerzo percibido. La suplementación crónica tiene un efecto positivo sobre el rendimiento del ejercicio anaeróbico, pero no sobre el rendimiento del ejercicio de resistencia. Puede impactar positivamente el daño muscular durante el ejercicio. Además, tiene evidencia tradicional y farmacológica sólida de su uso en la fatiga, y evidencia emergente que respalda la cognición y el estado de ánimo. Sin embargo, se necesitan más estudios de alta calidad para establecer firmemente la eficacia clínica de la rhodiola, ya que la evidencia actual es contradictoria y no concluyente.
Contraindicaciones de la rhodiola
Aunque la rhodiola es generalmente considerada segura cuando se utiliza según las indicaciones y en las dosis recomendadas, es importante tener en cuenta algunas posibles contraindicaciones y precauciones antes de usarla. Las contraindicaciones de la rhodiola pueden incluir:
Embarazo y lactancia: no hay suficiente evidencia científica que respalde la seguridad durante el embarazo y la lactancia. Por lo tanto, se recomienda evitar su uso en estas etapas para evitar posibles riesgos.
Interacciones con medicamentos: puede interactuar con algunos medicamentos, como antidepresivos, medicamentos para la diabetes, anticoagulantes y medicamentos para la presión arterial. Puede afectar la absorción, metabolismo o efectos de estos medicamentos.
Trastornos autoinmunes: en teoría, debido a su capacidad para modular el sistema inmunológico, podría afectar a personas con trastornos autoinmunes.
Problemas de presión arterial: puede tener efectos sobre la presión arterial, por lo que las personas con hipertensión o con problemas cardíacos deben usarla con precaución y bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Trastornos psiquiátricos: en algunos casos pueden experimentarse efectos secundarios leves relacionados con el sistema nervioso central, como insomnio o agitación.
Alergias: en personas que son alérgicas a las plantas de la familia Crasuláceas, como la siempreviva o el orpin, es posible que también lo sean a la rhodiola.
¿Cómo se consume la rhodiola?
Esta planta puede incluirse en la pauta dietética regular en forma de suplemento dietético. Se trata de un producto de venta libre que no precisa de receta médica, pues se considera seguro para la salud a dosis bajas. Generalmente los beneficios superarían a los riesgos, salvo en los casos concretamente comentados.
Lo normal es administrar una dosis que va desde los 150 mg a los 250 mg dos veces al día. Es frecuente que la primera se tome con el desayuno y la segunda antes de dormir. Dicho protocolo tiene bastantes similitudes con el aplicado para la propia ashwagandha. Pero lo cierto es que la literatura científica tampoco ofrece demasiada información acerca de la dosis óptima para cada persona, que debería de depender del peso corporal de la misma.
Hasta la fecha se pueden encontrar ensayos bastante diversos en cuanto a dosificación empleada, sobre todo en humanos. Tampoco está claro si lo positivo es realizar dos tomas o solamente una. Es algo que se encuentra bajo investigación. Lo que sí parece claro es que conviene elegir un extracto de la planta con alta concentración en compuestos bioactivos (rhodialósidos).
Podría ser positivo tomar este suplemento durante 2 o 3 meses para después hacer un descanso que dure al menos 4 u 8 semanas. Aunque no existen evidencias acerca de los posibles peligros de su consumo crónico, se suele evitar una ingesta demasiado continuada de plantas medicinales.
¿Cuándo suplementar con rhodiola?
Tiene sentido incluir rhodiiola en la pauta nutricional cuando existen niveles elevados de estrés o cuando es preciso luchar contra la fatiga y elevar los niveles de energía. Puede facilitar la gestión del estrés crónico, llegando incluso a evitar el uso de otros fármacos con efectos secundarios y una forma de administración más compleja. Siempre es positivo emplear suplementos antes que otros compuestos que puedan tener implicaciones más grandes sobre la fisiología del organismo.
Por otra parte, el uso de la rhodiola resulta también interesante en casos de mucha fatiga mental. Puede ser durante un periodo de exámenes o una fase de oposición. No genera cambios sobre la capacidad de concentración, pero sí facilita el descanso y la relajación, lo que a medio plazo termina afectando positivamente a la capacidad de estudiar y a la memoria. Eso sí, es mejor reservar este compuesto para adultos dado la falta de evidencias en niños y en adolescentes.
Respecto al rendimiento deportivo, aquí hay menos consenso. Es cierto que algunos ensayos mostraron un incremento del tiempo hasta el agotamiento gracias a la suplementación con este compuesto, pero realmente no son resultados muy concluyentes. Existen otros productos que pueden provocar ganancias más significativas, como es el caso de la creatina o de la cafeína.
Eso sí, es posible tomar rhodiola si se sufren problemas de carácter inmunológico de manera frecuente. Este compuesto logra potenciar el sistema de defensa del organismo, haciéndolo menos susceptible a las infecciones de tipo respiratorio. Hasta ha demostrado beneficios para mejorar el rendimiento sexual en aquellas personas con poca apetencia debido a los niveles elevados de estrés crónico. Puede ser un buen punto de apoyo para iniciar un cambio de hábitos.
Combinación con ashwagandha
La combinación de Rhodiola rosea (rhodiola) y Withania somnifera (ashwagandha) es objeto de interés en la investigación científica, aunque los estudios específicos sobre su combinación son limitados. Ambas plantas son adaptógenas y han demostrado tener propiedades que pueden influir en el sistema nervioso, el estrés y la respuesta hormonal.
Efectos sobre el estrés y el sistema nervioso:
La rhodiola se ha asociado con la modulación de la respuesta al estrés, incluida la regulación de los niveles de cortisol y la mejora de la función cognitiva.
La ashwagandha también ha demostrado efectos positivos en la reducción de la ansiedad, así como propiedades neuroprotectoras.
Sistema endocrino y hormonal:
Ambas plantas han sido investigadas por sus efectos sobre el equilibrio hormonal, en especial regulando el cortisol y los niveles de corticosterona.
Potencial sinérgico:
La combinación de ambos compuestos podría tener un efecto sinérgico en la mejora del manejo del estado de ánimo, ya que ambas plantas actúan sobre diferentes aspectos del sistema nervioso y endocrino.
Aunque la investigación específica sobre la sinergia entre rhodiola y ashwagandha es limitada, hay algunas evidencias que sugieren posibles beneficios combinados:
Efectos antiestrés.
Modulación del sistema nervioso.
Efectos en el sistema endocrino.
Propiedades antioxidantes.
Mejora de la función cognitiva.
Referencias bibliográficas
Sanz-Barrio, P. M., Noreen, E. E., Gilsanz-Estebaranz, L., Lorenzo-Calvo, J., Martínez-Ferrán, M., & Pareja-Galeano, H. (2023). Rhodiola rosea supplementation on sports performance: A systematic review of randomized controlled trials. Phytotherapy research: PTR, 37(10), 4414–4428.
Ishaque, S., Shamseer, L., Bukutu, C., & Vohra, S. (2012). Rhodiola rosea for physical and mental fatigue: a systematic review. BMC complementary and alternative medicine, 12, 70.
Anghelescu, I. G., Edwards, D., Seifritz, E., & Kasper, S. (2018). Stress management and the role of Rhodiola rosea: a review. International journal of psychiatry in clinical practice, 22(4), 242–252.
Sánchez, I. A., Cuchimba, J. A., Pineda, M. C., Argüello, Y. P., Kočí, J., Kreider, R. B., Petro, J. L., & Bonilla, D. A. (2023). Adaptogens on Depression-Related Outcomes: A Systematic Integrative Review and Rationale of Synergism with Physical Activity. International journal of environmental research and public health, 20(7), 5298.
Te ayudo a cambiar tus hábitos
¿Tienes poco tiempo? ¿Lo intentaste y no dio resultado? Te ayudaré a hacerlo fácil y eficiente, invirtiendo el mínimo tiempo y esfuerzo posibles para lograr el máximo resultado.
¿Quieres ponerte en forma?
Una programación de nutrición + entrenamiento bien diseñada te permitirá consolidar buenos avances y no estancarte. Yo te ayudo con esto