El GABA es un neurotransmisor importante en el sistema nervioso central. Fue descubierto por primera vez en 1950 por un científico llamado Eugene Roberts. Juega un papel fundamental en la regulación de la excitabilidad neuronal en el cerebro. Funciona principalmente como un neurotransmisor inhibitorio, lo que significa que ayuda a reducir la actividad neuronal y calmar el sistema nervioso.
En términos de uso actual ha sido objeto de interés en el ámbito de la investigación y la salud. Se ha investigado su potencial para tratar condiciones relacionadas con la excitabilidad neuronal, como la ansiedad, el insomnio y la epilepsia. Aunque en sí mismo no puede cruzar fácilmente la barrera hematoencefálica para afectar directamente al cerebro, se han desarrollado suplementos y medicamentos que actúan sobre el sistema GABAérgico (encargado de regular la relajación en el sistema nervioso humano) para modular la actividad neuronal y mejorar el bienestar emocional y mental.
¿Qué es el GABA?
El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un aminoácido no proteinógeno y es el principal neurotransmisor inhibidor en el cerebro de los mamíferos. Este compuesto químico actúa como un modulador principal de la actividad neuronal, desempeñando un papel fundamental en la regulación del tono muscular, la ansiedad y la actividad neuronal en el cerebro.
Su función como neurotransmisor inhibitorio, significa que tiene la capacidad de disminuir la excitabilidad neuronal al unirse a receptores específicos en las neuronas llamados receptores GABAérgicos. Cuando el GABA se une a estos receptores, genera una respuesta inhibidora que reduce la probabilidad de que las neuronas disparen señales eléctricas, ayudando así a calmar la actividad neuronal y a controlar la excitabilidad del sistema nervioso.
Importancia del GABA para la salud
El equilibrio adecuado de GABA en el cerebro es crucial para mantener una función cerebral saludable. Un manejo inadecuado de los niveles del transmisor se ha asociado con diversas condiciones neurológicas y psiquiátricas, como la ansiedad, la depresión, la epilepsia y otros trastornos del sistema nervioso.
Además es crucial para la salud y el funcionamiento adecuado del sistema nervioso central. Su importancia radica en varias funciones clave:
Regulación de la excitabilidad neuronal: ayuda a mantener un equilibrio en la excitabilidad del sistema nervioso. Un adecuado nivel es fundamental para prevenir la sobreexcitación neuronal que puede llevar a convulsiones, ansiedad, y otros trastornos neurológicos.
Reducción de la ansiedad y el estrés: juega un papel importante en la regulación de la ansiedad y el estrés. Se cree que las concentraciones insuficientes están asociadas con trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de pánico. Incrementar la presencia del transmisor en el organismo puede tener efectos ansiolíticos y promover la relajación.
Mejora del sueño: contribuye a la regulación del ciclo sueño-vigilia. Un aumento sus niveles puede promover la relajación y facilitar el sueño. Por esta razón, se han investigado los suplementos como posibles ayudantes para mejorar la calidad del sueño y tratar el insomnio.
Control del tono muscular: además de su función en el sistema nervioso central también tiene un papel en la regulación del tono muscular en el cuerpo.
Potencial terapéutico: debido a su impacto en la excitabilidad neuronal y la ansiedad, se están explorando terapias dirigidas al sistema GABAérgico para el tratamiento de trastornos neurológicos y psiquiátricos. Medicamentos que aumentan la actividad del GABA, como las benzodiacepinas y algunos anticonvulsivantes, se utilizan para tratar la ansiedad, la epilepsia y otros trastornos relacionados con la actividad neuronal.
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Factores que afectan a los niveles de GABA
Los niveles de ácido gamma-aminobutírico (GABA) en el cerebro pueden ser influenciados por una variedad de factores, tanto genéticos como ambientales. Algunos de los más importantes son:
Genética: la predisposición genética puede desempeñar un papel importante en la regulación de los niveles de GABA. Variaciones genéticas en los genes responsables de la síntesis, transporte y receptoría del transmisor pueden afectar la función del sistema GABAérgico.
Enzimas y proteínas relacionadas con el GABA: las enzimas que sintetizan el elemento, como la glutamato decarboxilasa (GAD), son cruciales para la producción de GABA a partir del glutamato. Alteraciones en la expresión o actividad de estas enzimas pueden afectar los niveles del transmisor.
Estilo de vida y dieta: algunos estudios sugieren que ciertos nutrientes y compuestos dietéticos pueden influir en los niveles del elemento. Por ejemplo, el consumo de alimentos ricos en glutamina podría potencialmente aumentar los niveles de GABA en el cerebro. Además, el consumo de alcohol y cafeína puede afectar transitoriamente la concentración del elemento y la función del sistema GABAérgico.
Estrés y ansiedad: el estrés crónico y los trastornos de ansiedad pueden estar asociados con niveles bajos del neurotransmisor en el cerebro. El estrés prolongado puede alterar la actividad del sistema GABAérgico y afectar negativamente la producción y liberación del compuesto.
Medicamentos y sustancias: algunos medicamentos, como las benzodiacepinas, actúan directamente sobre los receptores GABAérgicos para aumentar la actividad del GABA. El uso prolongado de estas sustancias puede afectar la sensibilidad de los receptores GABAérgicos y a la homeostasis en el cerebro.
Enfermedades neurológicas y psiquiátricas: trastornos como la epilepsia, el trastorno de pánico (ansiedad) y otros trastornos neurológicos y psiquiátricos pueden estar asociados con disfunciones en el sistema GABAérgico y alteraciones en los transmisores.
¿Cómo aumentar los niveles de GABA de forma natural?
Aumentar los niveles de GABA de forma natural puede ser beneficioso para promover la relajación, reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño. Si bien los métodos naturales no reemplazan el tratamiento médico cuando es necesario, pueden ser útiles como complemento para promover el bienestar emocional y mental. Algunas estrategias que podrían promover el aumento de los niveles de GABA son las siguientes:
Dieta rica en ciertos nutrientes: algunos nutrientes están asociados con la síntesis y el funcionamiento del transmisor en el cerebro:
Glutamina: es un aminoácido precursor. Alimentos como huevos, pescado, carne, productos lácteos, espinacas y alubias son buenas fuentes de glutamina.
Vitamina B6: esta vitamina es necesaria para la conversión de glutamato a GABA en el cerebro. Se puede obtener esta vitamina por medio de alimentos como plátanos, patatas, pollo, pescado y nueces.
Magnesio: el magnesio puede ayudar a reducir la excitabilidad neuronal y promover la actividad del GABA. Fuentes alimenticias de magnesio incluyen nueces, semillas, espinacas, aguacate y plátanos.
Practicar ejercicio regularmente: el ejercicio físico regular puede ayudar a aumentar los niveles del elemento en el cerebro y a reducir la ansiedad. La actividad física moderada, como caminar, nadar o practicar yoga, puede ser beneficiosa para mejorar el estado de ánimo y la función cerebral.
Reducir el estrés: el estrés crónico puede reducir los niveles del transmisor en el cerebro. Practicar técnicas de manejo del estrés como la meditación, la respiración profunda, el mindfulness y el yoga resultan claramente ventajoso.
Consumir té verde: el té verde contiene un aminoácido llamado L-teanina, que puede aumentar los niveles de GABA en el cerebro y promover la relajación.
Dormir lo suficiente: el sueño adecuado es crucial para mantener niveles saludables de GABA en el cerebro. Intenta establecer una rutina de sueño regular y asegúrate de dormir lo suficiente todas las noches para promover la relajación y el bienestar emocional.
Limitar el consumo de alcohol y cafeína: el consumo excesivo de alcohol y cafeína puede afectar negativamente los niveles del elemento en el cerebro. Limita la ingesta de estas sustancias para mantener un equilibrio adecuado en el sistema GABAérgico.
Otra forma de hacerlo puede ser mediante la suplementación con GABA exógeno. Sin embargo, existe cierta controversia sobre la efectividad de dichos complementos debido a la dificultad que tiene esta molécula para atravesar la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro en cantidades significativas. Algunas personas pueden encontrar beneficios en la toma de estos suplementos, especialmente para promover la relajación y mejorar el sueño, pero los resultados pueden variar.
Consideraciones y precauciones
Hay que tener en cuenta algunas consideraciones y precauciones importantes sobre el GABA:
Suplementación: la suplementación puede tener efectos limitados debido a su capacidad para cruzar la barrera hematoencefálica.
Interacciones: puede interactuar con medicamentos que afectan el sistema nervioso central, como los tranquilizantes.
Efectos secundarios: puede dar lugar a efectos secundarios leves como somnolencia, fatiga o dolor de cabeza al tomar suplementos.
Uso seguro: es importante seguir las dosis recomendadas y no excederlas. El uso prolongado o en dosis altas puede no ser seguro.
Condiciones médicas: en personas con trastornos neurológicos, embarazadas, lactantes o con insuficiencia renal o hepática, no está indicado su uso en forma de suplementación.
Calidad del producto: al elegir suplementos hay que optar por marcas de confianza y verificar la calidad del producto para asegurar su pureza y seguridad.
Puntos clave
El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un aminoácido no proteinógeno y es el principal neurotransmisor inhibidor en el cerebro de los mamíferos.
Es un modulador principal de la actividad neuronal, actuando en la regulación del tono muscular, la ansiedad y en el control de la excitabilidad del sistema nervioso.
Su importancia y beneficios se relacionan con la regulación de la excitabilidad neuronal, la reducción de la ansiedad y el estrés, la mejora del sueño, control del tono muscular o potencial terapéutico.
Desde el punto de vista nutricional, es posible aumentar los niveles por medio de nutrientes como la glutamina, la vitamina B6 y el magnesio. También mediante el té verde, por la L-teanina. Limitar el consumo de alcohol y cafeína también será eficiente para mantener niveles óptimos.
Para aumentar los niveles también es importante practicar ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, reducir el estrés o tomar suplementación.
Hay que tener en cuenta ciertas precauciones o consideraciones respecto a su suplementación, interacciones, efectos secundarios o condiciones médicas.
Referencias bibliográficas
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