Contenidos
- ¿Qué es la endometriosis?
- ¿Qué ocurre en la endometriosis?
- ¿Cuáles son los síntomas?
- ¿Cómo se realiza el diagnóstico?
- ¿Cuál es el tratamiento de la endometriosis?
- Nutrición adecuada para la endometriosis
- Suplementos para la endometriosis
- ¿Ayuda la dieta basada en plantas a controlar la endometriosis?
- ¿Se deben consumir fitoestrógenos si se tiene endometriosis?
- Consejos para reducir la exposición a los disruptores endocrinos
- Ejemplo de menú para la endometriosis
- Referencias bibliográficas
La endometriosis es una patología desconocida para muchos que puede condicionar de manera muy negativa la vida de una mujer. Provoca una serie de alteraciones funcionales y hormonales, a parte de un estado inflamatorio crónico. La buena noticia es que se puede tratar por medio de una modificación de los hábitos de vida, logrando un manejo sintomatológico eficiente.
¿Qué es la endometriosis?
Se trata de una enfermedad crónica, inflamatoria y hormono-dependiente. Afecta a un 10 % de las mujeres en edad reproductiva, pudiendo aparecer desde la menarquia (primera menstruación) y desaparecer o mejorar con la menopausia.
Se caracteriza por la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Típicamente suele encontrarse en la superficie externa del útero, ovarios, trompas de Falopio, pared abdominal o peritoneo, intestinos o incluso en zonas más lejanas. Este tejido es muy sensible a las hormonas y reacciona ante las fluctuaciones que tienen lugar durante el ciclo menstrual.
El sobrepeso o un bajo peso, el consumo de alimentos procesados o el bajo consumo de alimentos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, puede afectar a la fertilidad y a la función ovárica.
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¿Qué ocurre en la endometriosis?
La presencia de una inflamación crónica y de un aumento del estrés oxidativo que se produce en las lesiones ectópicas contribuye al desarrollo de la enfermedad.
Los estrógenos son las hormonas femeninas por excelencia, producidas por los ovarios. En los órganos reproductivos, los estrógenos tienen un papel proliferativo, es decir, estimular el crecimiento (en este caso del endometrio). Se ha observado que los niveles de estrógenos circulantes son mayores en las mujeres con endometriosis, y un exceso de los mismos puede causar sagrados abundantes, dolor e inflamación, muy común en mujeres con esta patología.
Además, hay una mayor actividad de la aromatasa, una enzima clave en la producción de estrógenos, así como un exceso de xenoestrógenos, compuestos que “imitan” la actividad estrogénica.
¿Cuáles son los síntomas?
La endometriosis puede afectar a varios sistemas corporales, incluidos el tracto digestivo y el sistema inmune, que pueden llegar a ser muy dispares y no presentarse en todas las mujeres afectadas. Los síntomas pueden llegar a ser muy inespecíficos, lo que retrasa su diagnóstico.
La tríada clásica más habitual suele ser:
- Dolor: Suele ser el síntoma predominante y aparecer donde estén localizados los focos de tejido endometrial.
- Dismenorrea (dolor durante la menstruación) y dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales). Puede llegar a ser un dolor agudo e incapacitante en algunos casos.
- Complicaciones en la fertilidad, con la presencia de alteraciones menstruales y spotting entre reglas o sangrados menstruales abundantes (hipermenorrea).
Sin embargo, también puede presentarse clínica muy amplia y heterogénea, con sintomatología digestiva y alteraciones sobre el sistema inmunológico.
Sintomatología digestiva:
- Dolor y disconfort abdominal, con digestiones lentas o pesadas
- Hinchazón abdominal y gases
- Diarrea o estreñimiento
- Náuseas y vómitos
- Síndromes similares al Síndrome de Intestino Irritable.
Alteraciones del sistema inmunológico:
- Fatiga crónica
- Alergias o hipersensibilidad
- Patologías autoinmunes
- Inflamación
- Riesgo de infecciones
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico de la endometriosis puede llegar a ser muy complejo debido a múltiples factores, como la diversidad de la sintomatología, desconocimiento de la patología, la normalización de la dismenorrea y la falta de biomarcadores. En la mayoría de casos suelen pasar años desde el inicio de la sintomatología hasta su diagnóstico.
El diagnóstico puede realizarse mediante una evaluación ginecológica completa con técnicas poco invasivas como la ecografía transvaginal, aunque con ciertas limitaciones según donde se localice el tejido endometrial ectópico. También puede utilizarse la resonancia magnética, que suele ser más precisa.
¿Cuáles son mis “red flags” en consulta?
- Dolor de regla intenso, que no cesa con fármacos y que suele presentarse con cada menstruación.
- Sangrados muy abundantes.
- Dificultad para quedarse embarazada (en el caso que lo requiera).
- Ciclos menstruales muy irregulares (muy cortos / muy largos) y/o con reglas muy largas.
- Antecedentes familiares de endometriosis.
- Presencia de síntomas catameniales (que aparecen durante la menstruación), como dolores en ciertas partes del cuerpo, abdomen, lumbares, tórax, ombligo…
¿Cuál es el tratamiento de la endometriosis?
Las opciones de tratamiento actuales para la endometriosis son limitadas. El manejo ideal de esta patología debe ser multidisciplinar, con tratamiento médico y nutricional.
El tratamiento médico consiste en la supresión de la producción de estrógenos, mediante el tratamiento hormonal. Suelen ser anticonceptivos orales combinados (gestágenos o estrógenos) o con progestágenos, o análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), que inhiben la síntesis natural de hormonas sexuales.
Para el tratamiento del dolor agudo, habitualmente se utilizan fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como el ibuprofeno, dexketoprofeno o incluso tramadol.
En ciertas ocasiones, se puede llegar a requerir tratamiento quirúrgico para la extirpación del tejido endometrial a través de laparoscopia. Otras opciones de tratamiento son mediante la aplicación de calor local, con manta eléctrica, sacos de semillas o agua caliente o la electroestimulación con TENS.
El tratamiento nutricional puede ser de gran interés tanto para la prevención como el tratamiento de la endometriosis y del dolor asociado.
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Nutrición adecuada para la endometriosis
Hay una gran cantidad de evidencia que respalda la importancia de la nutrición en la mejora de la sintomatología de la endometriosis y un papel importante en el tratamiento de la subfertilidad.
La alimentación influye sobre la actividad estrogénica y sobre el proceso inflamatorio, lo que puede ser un pilar esencial en su tratamiento. A través de la nutrición se puede ayudar a regular el metabolismo de las hormonas esteroideas, reducir los efectos de la inflamación, el estrés oxidativo y mejorar las alteraciones del ciclo menstrual. Por tanto, se propone una alimentación con potencial antiinflamatorio y antioxidante.
Se ha observado la deficiencia de algunos nutrientes en pacientes con endometriosis, especialmente magnesio, hierro, vitaminas del grupo B (B6 y B12), zinc, selenio y ácido fólico. Estas deficiencias pueden afectar al dolor, inflamación, sistema inmune y a la calidad de vida.
Pautas para reducir la inflamación
Potenciar: En términos generales, potenciar una alimentación basada en plantas, priorizando la ingesta de frutas, verduras, frutos secos y semillas, aceite de oliva y pescados.
- Potenciar AGPI omega 3 por sus efectos antiinflamatorios
- Vegetales de la familia de las crucíferas, por su potencial antiinflamatorio y por su elevado contenido en calcio. Incluye verduras como el kale, brócoli, repollo o pak-choi (col china).
- Alimentos de bajo índice glucémico (IG bajo)
- Aumentar el consumo de fibra
- Una dieta alta en proteínas puede contribuir a reducir el riesgo de endometriosis al modular las funciones del sistema endocrino e inmunológico, así como facilitar una mayor pérdida de peso.
- Lácteos naturales, con calcio y vitamina D, preferentemente de cabra u oveja.
Evitar/ Limitar: Todos aquellos alimentos con potencial inflamatorio.
- Grasas de origen animal, especialmente de carnes rojas y mantequillas.
- Alcohol
- Alimentos procesados y ultraprocesados
- Carnes rojas y derivados, al promover la expresión de marcadores proinflamatorios implicados en la patogénesis y progresión de la endometriosis.
El papel de la grasa en la endometriosis
Se ha observado que la calidad y cantidad de grasa de la dieta puede ser un factor modulador de la endometriosis. Según el origen de los ácidos grasos, se pueden distinguir entre grasas animales y vegetales.
En relación a las grasas vegetales, los principales representantes de los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) omega-3 son el ácido alfa-linolénico (DHA), eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA). Los principales componentes de los AGPI omega-6 son el ácido linoleico (LA) y araquidónico (AA). Todos ellos tienen la capacidad de modular los procesos inflamatorios, por lo que tienen un papel importante en el desarrollo de la endometriosis.
Las grasas de origen animal, como el ácido palmítico, presente en productos cárnicos y sus derivados, así como en quesos o mantequillas, las grasas saturadas y las grasas trans se asocian con un mayor riesgo de endometriosis.
Reducir la grasa dietética y aumentar la fibra puede ayudar a reducir las concentraciones circulantes de estrógeno entre un 10 – 25%.
Minerales importantes
El organismo necesita estos elementos en cantidades determinadas, dado su impacto importante en el curso de la endometriosis.
Macrominerales:
Calcio | Los tratamientos hormonales utilizados en la endometriosis pueden impactar en la densidad de la masa ósea, por lo que el calcio es indispensable para su óptimo mantenimiento. Participa en la función muscular mediante la contracción y relajación, por lo que puede ser de gran interés en el dolor pélvico asociado a la endometriosis. |
Magnesio | Ayuda en la relajación de las fibras musculares, por lo que puede ser de especial interés en el caso del dolor pélvico o asociado a la menstruación. Al participar en la función nerviosa, puede ayudar a reducir los dolores de cabeza y mejorar el patrón de sueño, que puede estar afectado. |
Sodio y potasio | Mientras que la falta de potasio puede generar rampas, dolor pélvico e hinchazón, el exceso de sodio también genera hinchazón y retención hídrica. |
Microminerales
Zinc | Está presente de forma natural en alimentos como los mariscos, carnes rojas, aves, alubias, nueces y productos lácteos. Se encontraron niveles de zinc más bajos en mujeres con endometriosis. Actúa como antiinflamatorio al inhibir el estrés oxidativo y la producción de radicales libres. Su déficit puede afectar al estado inmunológico y a la generación de citoquinas pro-inflamatorias. |
Hierro | Debido a la falta o retraso de la menstruación, existe una mayor probabilidad de estrés oxidativo y un alto contenido de hierro. Se han detectado mayores cantidades de este elemento no solo en lesiones ectópicas, si no en el folículo, peritoneo y plasma de mujeres con endometriosis. |
Selenio | Se encuentra tanto en alimentos de origen animal como vegetal, formando parte de enzimas y proteínas no enzimáticas. La glutatión peroxidasa tiene un papel en importante al participar en la regulación del estrés oxidativo. El selenio está asociado positivamente con la glutatión peroxidasa, que participa en la regulación del estrés oxidativo. Concentraciones más bajas de Se en el folículo se asociaron con mayor riesgo de infertilidad. |
Vitaminas importantes
Especialmente, a las propiedades antioxidantes de las vitaminas C y E. Además, se puede observar un papel sinérgico de su uso combinado. Dicha suplementación puede aliviar el dolor, reducir el nivel de estrés oxidativo y de los marcadores inflamatorios.
- Vitaminas C y E: Los radicales libres se generan a través de procesos fisiológicos y la exposición a factores ambientales, causando estrés oxidativo que puede resultar en daño o muerte celular. Los antioxidantes combaten estos radicales libres, pudiéndose sintetizar de forma endógena o consumirse con alimentos o suplementos. La ingesta o suplementación de vitamina C y E puede ayudar a reducir la sintomatología de la endometriosis al contrarrestar el efecto del estrés oxidativo y el ambiente inflamatorio.
- Vitamina D: Resulta de gran interés alcanzar unos niveles óptimos de vitamina D debido a que tiene un papel en la prevención y tratamiento de la endometriosis por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Niveles bajos de vitamina D se asociaron a un mayor riesgo de endometriosis y mayor gravedad de los síntomas.
- Vitaminas del grupo B: En mujeres con endometriosis, hay un desequilibrio entre la producción de estrógenos y progesterona, viéndose ésta última disminuida. La vitamina B6 juega un papel clave dado que participa estimulando la producción de progesterona.
Otras vitaminas, como la vitamina B1 (tiamina), B2 junto con inositol y colina, pueden ayudar en la degradación del exceso de estrógenos.
La vitamina B1 (tiamina), puede ayudar a aliviar la dismenorrea y a reducir la tensión premenstrual, tanto mental y física.
Suplementos para la endometriosis
Antes de iniciar cualquier tipo de suplementación, es necesario realizar una analítica completa con perfiles bioquímicos determinados con el objetivo de valorar posibles déficits nutricionales. La suplementación debe realizarse por parte de un profesional.
VITAMINA D
Tiene un papel importante ante patologías inflamatorias y autoinmunitarias, dado que actúa aumentando las citocinas antiinflamatorias y disminuyendo las proinflamatorias.
Su deficiencia, en relación con la endometriosis, se asocia a un mayor riesgo de enfermedades autoinmunes.
- La vitamina D se debe suplementar en el caso de existir un posible déficit.
- Se debe prestar especial atención a la suplementación de Calcio y Vitamina D debido a un aumento del riesgo de osteoporosis una vez alcanzada la menopausia.
OMEGA-3
Los ácidos grasos omega-3 participan en la disminución de la sintomatología asociada a la endometriosis, específicamente en el dolor, además de prevenir la patogénesis de la propia enfermedad. Su suplementación puede ser especialmente interesante en alimentación vegana u ovolactovegetariana.
CURCUMINA
Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, entre otras, la curcumina podría reducir la producción de estrógeno, inhibiendo el desarrollo de la endometriosis. La suplementación con curcumina reduce la inflamación, disminuyendo la expresión de citocinas proinflamatorias e inhibiendo la invasión, adhesión y angiogénesis de las lesiones endometriales.
NAC (N-acetilcisteína)
Presente de forma natural en vegetales como la cebolla y el ajo, tiene efecto antiproliferativo, reduciendo el tamaño del endometrioma, y regula la actividad de las proteínas inflamatorias. El efecto combinado de NAC, ácido alfa-lipoico y bromelina ayuda a disminuir significativamente el dolor asociado a la endometriosis.
ÁCIDO ALFA-LIPOICO
Se encuentra naturalmente en espinacas, brócoli y tomate, además de la síntesis endógena por parte del organismo. Se trata de un potente antioxidante y antiinflamatorio, útil en la mejora del dolor asociado en la endometriosis, como la dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), dismenorrea (dolor menstrual) y el dolor pélvico.
VITAMINA C
Presente en frutas cítricas, tomates, pimientos, brócoli y fresas, es uno de los antioxidantes más importantes del organismo. La suplementación con vitamina C reduce el volumen de las lesiones ectópicas a dosis dependiente.
VITAMINA E
En mujeres con endometriosis, se encontraron niveles de vitamina E y glutatión (potente antioxidante) más bajos.
¿Ayuda la dieta basada en plantas a controlar la endometriosis?
Algunos estudios han demostrado que la dieta basada en plantas conlleva a una menor biodisponibilidad de estrógenos. Las dietas veganas bajas en grasas aumentaron las concentraciones plasmáticas de la globulina fijadora de hormonas sexuales, reduciendo no sólo la actividad estrogénica, sino la gravedad, duración del dolor y la sintomatología pre-menstrual.
Esto es debido a que los alimentos de origen vegetal tienen mayores cantidades de polifenoles en comparación con una dieta omnívora, y al metabolizarse en compuestos bioactivos, pueden participar en la reducción de la inflamación.
¿Se deben consumir fitoestrógenos si se tiene endometriosis?
Los fitoestrógenos son compuestos de origen vegetal presentes en gran variedad de alimentos. Son similares estructuralmente a los estrógenos, pudiéndose unir a los receptores de estrogénicos del organismo, aunque con una afinidad mucho menor. Entre sus efectos, son capaces de “imitar” al estrógeno (efecto estrogénico) cuando hay un ambiente hipoestrogénico, o bloquear su función (efecto antiestrogénico) cuando hay un ambiente hiperestrogénico. Por tanto, no actúan de la misma forma que los estrógenos porque, de hecho, es nuestra microbiota la que regula su impacto sobre los receptores estrogénicos.
Existen tres tipos de fitoestrógenos:
- Isoflavonas; presentes en productos derivados de la soja, como el tofu, tempeh y bebida de soja.
- Lignanos; como la genisteína y daidzeína. Se forman por acción de las bacterias intestinales. Presentes en las semillas de lino, sésamo y menor cantidad en cereales, verduras y frutas.
- Cumestanos: Presentes en algunas legumbres y brotes.
Actualmente, se defiende que los fitoestrógenos tienen capacidad antiinflamatoria, antiproliferativa y antiapoptótica en las células endometriales, por lo que no se debe evitar su consumo.
Papel de los xenoestrógenos
Los xenoestrógenos son un tipo de estrógeno ambiental que consiste en compuestos producidos de forma sintética y que imitan la acción natural de los estrógenos. Son capaces de unirse a los receptores estrogénicos de la misma forma que los fitoestrógenos. Al aumentar la actividad estrogénica, se promueve el crecimiento y proliferación de tejido similar al endometrio fuera de la cavidad uterina, empeorando el dolor e inflamación asociado a la endometriosis.
Se encuentran en productos industriales como plásticos, cosméticos, pesticidas y herbicidas. Su papel cada vez se investiga más por su posible patogénesis en la endometriosis.
FUENTES COMUNES DE XENOESTRÓGENOS
- Plásticos y Bisfenol A (BPA): Comúnmente presentes en comidas y bebidas envasasdas.
- Productos cosméticos y de higiene diaria: Pueden contener parabenos y ftalatos.
- Químicos industriales, como PCB’s
- Pesticidas y herbicidas
La presencia de diversos contaminantes biológicamente activos en los productos dietéticos, como los ftalatos, dioxinas o bisfenol A (BPA) pueden actuar como disruptores endocrinos e influir en el curso de la enfermedad.
Consejos para reducir la exposición a los disruptores endocrinos
- Evitar plásticos con BPA o ftalatos, utilizando preferentemente envases de cristal.
- Consumir preferentemente alimentos de origen ecológico.
- Evitar alimentos envasados con papel film de PVC.
- Evitar utilizar las sartenes antiadherentes con teflón una vez estén dañadas, o cambiarlas por sartenes de hierro o acero inoxidable.
- Utilizar productos de higiene y cosmética con certificado ECOCERT.
- Reducir el consumo de alimentos enlatados.
- Reducir el consumo de pescados con alto nivel de metales pesados.
Ejemplo de menú para la endometriosis
A continuación presentamos un menú tipo que podría ser empleado en situaciones de endometriosis. Por supuesto habrá que adaptar cantidades y macros a cada caso personal, pero en líneas generales ilustra bien lo que hemos comentado hasta el momento.
Referencias bibliográficas
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