Contenidos
- ¿Qué es la Palmitolletanolamida (PEA)?
- Propiedades de la Palmitoiletanolamida (PEA)
- Beneficios de la Palmitoiletanolamida
- Seguridad y efectos secundarios de la Palmitoiletanolamida
- Investigación y estudios sobre la Palmitoiletanolamida
- Interacciones de la Palmitoiletanolamida (PEA) con otros medicamentos
- Mecanismo de acción de la Palmitoiletanolamida (PEA)
- Referencias bibliográficas
La palmitoiletanolamida (PEA) es una amida de ácido graso que actúa como modulador biológico en el cuerpo humano. Descubierta en la década de 1950, la PEA ha sido estudiada por sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas y neuroprotectoras. Se encuentra naturalmente en alimentos como la yema de huevo, la soja y el maní, así como en varios tejidos animales y humanos. Ha ganado atención en el ámbito médico y científico debido a su potencial terapéutico en el tratamiento de diversas condiciones, como dolor crónico, inflamación y trastornos neurológicos.
¿Qué es la Palmitolletanolamida (PEA)?
La palmitoiletanolamida (PEA) es un mediador lipídico bioactivo similar al endocannabinoide (eCB) que pertenece a la familia de amidas de ácidos grasos N-acil-etanolamina (NAE). Sintetizada a demanda dentro de la bicapa lipídica, actúa localmente y se encuentra en todos los tejidos, incluido el cerebro. Se cree que la PEA se produce como una respuesta protectora prohomeostática a la lesión celular y generalmente se regula positivamente en estados de enfermedad.
La PEA actúa como un modulador endógeno de la inflamación y el dolor. Interviene en el sistema endocannabinoide, aunque no se une directamente a los receptores cannabinoides como el THC o el CBD. En cambio, ejerce sus efectos modulando la actividad de varios receptores y enzimas involucrados en la respuesta inflamatoria y el dolor, como el receptor nuclear PPAR-α y el receptor TRPV1.
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Propiedades de la Palmitoiletanolamida (PEA)
La palmitoiletanolamida (PEA) es una molécula bioactiva con varias propiedades terapéuticas. Destacan las siguientes:
Propiedades antiinflamatorias: la PEA modula la inflamación a través de varios mecanismos, incluyendo la activación del receptor nuclear PPAR-α (receptor activado por proliferador de peroxisomas alfa), que desempeña un papel clave en la regulación de la inflamación y el metabolismo de lípidos. La activación de PPAR-α conduce a la disminución de la expresión de genes proinflamatorios y la reducción de la liberación de mediadores inflamatorios como las citoquinas.
Propiedades analgésicas: la PEA ha demostrado tener efectos analgésicos, especialmente en el manejo del dolor crónico. Actúa modulando la actividad de los receptores TRPV1 (receptores de potencial transitorio vanilloide 1) y reduciendo la actividad de las células gliales, que están involucradas en la amplificación del dolor. A parte consigue inhibir la liberación de factores proalgésicos, contribuyendo así a la reducción del dolor.
Propiedades neuroprotectoras: la PEA tiene efectos neuroprotectores, protegiendo a las neuronas del daño y la muerte celular en condiciones de estrés neurotóxico. Este efecto se ha observado en modelos de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple. Además puede reducir la neuroinflamación y el estrés oxidativo, factores clave en la patogénesis de estas enfermedades.
Beneficios de la Palmitoiletanolamida
Los múltiples mecanismos de acción de la PEA generan beneficios terapéuticos en muchos trastornos, incluidas las reacciones alérgicas, la gripe, el resfriado común, el dolor crónico, el dolor articular, las psicopatologías y la neurodegeneración. También contribuyen a mejorar la recuperación muscular y la cognición, el estado de ánimo y el sueño. La PEA endógena generalmente es insuficiente para contrarrestar la carga alostática crónica observada en los trastornos inflamatorios crónicos, lo que hace que la administración exógena sea una estrategia terapéutica viable para aumentar los niveles endógenos y restablecer la homeostasis corporal.
Además, los efectos beneficiosos de la PEA sobre la función inmunológica están documentados en más de 350 artículos revisados por pares, incluidos estudios en animales y humanos (Clayton, P., et al., 2021). Estos muestran que la inmunomodulación multifacética de la PEA refleja su capacidad de dirigirse a múltiples vías que funcionan de manera sinérgica y fisiológica para producir efectos terapéuticos
Seguridad y efectos secundarios de la Palmitoiletanolamida
La palmitoiletanolamida (PEA) es generalmente considerada segura y bien tolerada. Ha sido utilizada en varios estudios clínicos y ensayos sin reportar efectos adversos graves. Es una molécula endógena, lo que significa que se produce de forma natural en el cuerpo humano, contribuyendo a su perfil de seguridad favorable.
Las dosis utilizadas en estudios clínicos varían, generalmente oscilando entre 300 mg y 1200 mg por día. Se ha administrado tanto en forma oral como tópica, siendo ambas bien toleradas.
En cuanto a los efectos secundarios, estos son mínimos. En algunos casos, se han reportado efectos secundarios menores, principalmente relacionados con el sistema gastrointestinal, como náuseas, diarrea o molestias estomacales. También puede darse reacciones alérgicas, aunque son muy raras que se den, pero algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas a la PEA. Estas pueden incluir erupciones cutáneas, picazón o hinchazón. Además, en los estudios preclínicos realizados en animales y los ensayos clínicos en humanos, han mostrado que no presenta toxicidad significativa ni efectos adversos importantes, incluso a dosis altas y durante periodos prolongados de administración.
Investigación y estudios sobre la Palmitoiletanolamida
La PEA ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas que han explorado su potencial terapéutico en diversas condiciones de salud, especialmente en el manejo del dolor crónico. De esta forma, son varios los estudios que han evaluado la eficacia, seguridad y mecanismos de acción de la PEA:
La PEA es eficaz y segura para el manejo del dolor crónico: en el estudio que realizó Lang-Illievich, K., et al. (2023), se realizó una revisión sistemática y un meta-análisis de ensayos controlados aleatorios doble ciego sobre el uso de la PEA en el tratamiento del dolor crónico. Los resultados indicaron que es eficaz en la reducción del dolor en diversas condiciones clínicas. Mostró un perfil de seguridad favorable sin efectos adversos significativos reportados. Aun así, este estudio destacó la necesidad de realizar más investigaciones para consolidar estos hallazgos y explorar mecanismos de acción específicos.
La PEA es una opción prometedora para el manejo de diversas condiciones de salud: esto es debido a sus múltiples propiedades terapéuticas y su perfil de seguridad favorable. Fue la conclusión del estudio llevado a cabo por Clayton, P., et al. (2021), en el que se realizó una revisión de la literatura sobre los beneficios de la sustancia como un compuesto natural para la gestión de la salud. En él, se discuten sus propiedades antiinflamatorias, analgésicas, neuroprotectoras y sus efectos en el sistema inmunológico. La revisión también aborda la farmacocinética y su seguridad en estudios clínicos.
La PEA es una opción terapéutica efectiva y segura para el manejo del dolor, con un perfil farmacocinético favorable: este estudio de Gabrielsson, L., et al. (2016), analizó la farmacocinética, seguridad y eficacia en el tratamiento del dolor. Se absorbe bien cuando se administra por vía oral y tiene un buen perfil de seguridad. Los ensayos clínicos revisados demostraron que es eficaz en la reducción del dolor en diversas condiciones, incluyendo dolor neuropático e inflamatorio.
La PEA es efectiva para el manejo de diversos tipos de dolor: esta afirmación es apoyada por una sólida evidencia clínica en el estudio de Scuteri, D., et al. (2022), en el cual se realizó una revisión sistemática y meta-análisis de la evidencia clínica sobre los efectos en diferentes tipos de dolor: nociceptivo, musculoesquelético y neuropático. Los resultados muestran que la PEA es eficaz en la reducción de estos tipos de dolor, con un perfil de seguridad favorable.
La PEA tiene un sólido fundamento farmacológico para su uso terapéutico, con nuevas formulaciones que prometen mejorar su eficacia clínica: el artículo realizado por Petrosino y Di Marzo (2017) revisó la farmacología de la PEA y los primeros datos sobre la eficacia terapéutica de algunas de sus nuevas formulaciones. En él se discutieron los mecanismos de acción, incluyendo la modulación de receptores PPAR-α y la inhibición de la enzima FAAH. Los estudios revisados mostraron que las nuevas formulaciones pueden mejorar su biodisponibilidad y eficacia terapéutica.
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Interacciones de la Palmitoiletanolamida (PEA) con otros medicamentos
La palmitoiletanolamida es una molécula con un perfil de seguridad generalmente considerado alto, de la cual no se han reportado interacciones farmacológicas significativas. Sin embargo, algunas interacciones potenciales y consideraciones deben tenerse en cuenta:
Interacción con antiinflamatorios no esteroides (AINEs): podría tener un efecto sinérgico cuando se usa junto con AINEs. Algunas investigaciones han sugerido que la combinación de PEA con AINEs puede mejorar la eficacia analgésica y antiinflamatoria, permitiendo la reducción de la dosis de AINEs y disminuyendo así sus efectos secundarios.
Interacción con cannabinoides: puede potenciar los efectos de los cannabinoides endógenos como la anandamida al inhibir la enzima FAAH (hidrolasa de amida de ácidos grasos), que es responsable de la degradación de la anandamida. Esto podría aumentar los efectos analgésicos y antiinflamatorios de los cannabinoides exógenos como el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC).
Interacción con anticonvulsivos: existen estudios que sugieren que la PEA puede tener efectos complementarios cuando se combina con ciertos anticonvulsivos, potencialmente mejorando el control de las crisis y reduciendo la necesidad de altas dosis de medicamentos anticonvulsivos.
Interacción con medicamentos antidepresivos: no hay evidencia clara de interacciones adversas entre la PEA y los antidepresivos, pero debido a sus efectos moduladores sobre el sistema endocannabinoide y PPAR-α, podría tener un impacto positivo sobre el estado de ánimo y la ansiedad, complementando el tratamiento antidepresivo.
Mecanismo de acción de la Palmitoiletanolamida (PEA)
La palmitoiletanolamida (PEA) ejerce sus efectos terapéuticos a través de varios mecanismos de acción:
Activación de receptores PPAR-α: actúa como un agonista del receptor nuclear PPAR-α, disminuyendo la producción de mediadores proinflamatorios y la infiltración de células inflamatorias en los tejidos dañados.
Modulación del sistema endocannabinoide: inhibe la enzima FAAH (hidrolasa de amida de ácidos grasos), aumentando los niveles de anandamida, un endocannabinoide con propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Modulación de receptores TRPV1: interactúa con los receptores TRPV1 (receptores de potencial transitorio vanilloide 1), que están implicados en la percepción del dolor y la regulación de la temperatura. La PEA puede reducir la activación de los receptores TRPV1, lo que contribuye a sus efectos analgésicos y antiinflamatorios.
Efectos sobre las células gliales: también reduce la activación de células gliales y la liberación de citoquinas proinflamatorias, disminuyendo así la amplificación del dolor.
Interacción con receptores GPR55 y GPR119: además, también puede interactuar con otros receptores como GPR55 y GPR119. Aunque la relevancia exacta de estas interacciones aún no está completamente comprendida, se cree que pueden contribuir a los efectos antiinflamatorios y metabólicos de la PEA.
Modulación de la respuesta inmune: influye en la actividad de las células del sistema inmunitario. Por ejemplo, puede reducir la activación de mastocitos y la liberación de histamina, lo que es relevante en condiciones alérgicas e inflamatorias. También puede regular la actividad de los macrófagos y otras células inmunitarias, modulando la respuesta inflamatoria.
Referencias bibliográficas
Lang-Illievich, K., Klivinyi, C., Lasser, C., Brenna, C. T. A., Szilagyi, I. S., & Bornemann-Cimenti, H. (2023). Palmitoylethanolamide in the Treatment of Chronic Pain: A Systematic Review and Meta-Analysis of Double-Blind Randomized Controlled Trials. Nutrients, 15(6), 1350.
Clayton, P., Hill, M., Bogoda, N., Subah, S., & Venkatesh, R. (2021). Palmitoylethanolamide: A Natural Compound for Health Management. International journal of molecular sciences, 22(10), 5305.
Gabrielsson, L., Mattsson, S., & Fowler, C. J. (2016). Palmitoylethanolamide for the treatment of pain: pharmacokinetics, safety and efficacy. British journal of clinical pharmacology, 82(4), 932–942.
Scuteri, D., Guida, F., Boccella, S., Palazzo, E., Maione, S., Rodríguez-Landa, J. F., Martínez-Mota, L., Tonin, P., Bagetta, G., & Corasaniti, M. T. (2022). Effects of Palmitoylethanolamide (PEA) on Nociceptive, Musculoskeletal and Neuropathic Pain: Systematic Review and Meta-Analysis of Clinical Evidence. Pharmaceutics, 14(8), 1672.
Petrosino, S., & Di Marzo, V. (2017). The pharmacology of palmitoylethanolamide and first data on the therapeutic efficacy of some of its new formulations. British journal of pharmacology, 174(11), 1349–1365.