El café descafeinado tiene una serie de inconvenientes que debes conocer. Es una infusión que presenta antioxidantes en su interior y que puede resultar beneficiosa para la salud. No obstante, es clave elegir correctamente el tipo de café descafeinado que se va a incluir en la dieta.
Antes de comenzar hay que destacar que este tipo de bebida puede ser de gran utilidad para aquellas personas hipersensibles a la cafeína o que tienen problemas con su metabolismo. También para aquellos que consumen fármacos que no se deben combinar con el alcaloide. De este modo se puede disfrutar de los beneficios del café sin generar interacciones potencialmente adversas.
¿Qué es el café descafeinado?
El café descafeinado es una variedad de café que supera un proceso para eliminar el 99 % del alcaloide (cafeína) de su interior. Los métodos de producción pueden ser variados y destacan los siguientes:
- Solventes químicos: es uno de los más comunes y se basa en añadir cloruro de metileno o acetato de etilo para retirar la cafeína. Luego se evaporan los solventes y se enjuaga el grano para evitar que queden residuos.
- Agua suiza: en este caso no se emplean químicos, lo cual tiene implicaciones positivas para la salud. Los granos se sumergen en agua caliente y a través de un filtro de carbón se elimina el alcaloide.
- Dióxido de carbono: se incorpora con alta presión para extraer la cafeína de los granos, siendo otra alternativa libre de residuos.
Inconvenientes del café descafeinado y posibles efectos secundarios
Los principales inconvenientes del café descafeinado tienen que ver con la posible presencia de residuos químicos en su interior cuando se emplean mecanismos con solventes para eliminar el alcaloide. A largo plazo podrían actuar como disruptores endocrinos llegando a alterar la producción hormonal y empeorando el estado de salud.
Además también cabe la opción de que esta bebida genere acidez estomacal o molestias, sobre todo en personas con hernia de hiato, gastritis o propensión a sufrir dichas dolencias. La irritación del revestimiento del estómago es mayor que con otras variedades de café debido a los componentes más ácidos que contiene o incluso a la posible presencia de restos de solventes químicos. La propia eliminación de la cafeína llega a alterar un poco el pH.
Por otro lado hay que destacar que el café descafeinado puede alterar la absorción de algunos micronutrientes, como los minerales. Generalmente es el hierro el más afectado de todos ellos. Para evitar problemas al respecto se recomienda no consumir la bebida junto con las comidas principales, mucho más en personas que tengan cierta tendencia a desarrollar anemia o que presenten los niveles de hierro sérico bajos.
En cuanto a la concentración en antioxidantes, la del café descafeinado es menor respecto al café normal. Es cierto que ambas bebidas se han asociado con un mejor estado de salud en la mayor parte de estudios prospectivos y de cohortes. Pero también que la cantidad de polifenoles del café clásico es superior, por lo que resulta más eficiente a la hora de modular el equilibrio redox en el organismo.
No hay que olvidar tampoco que las características organolépticas varían. Para muchos consumidores de café habituales la variedad descafeinada tiene peor sabor y menos cuerpo, lo que puede afectar al disfrute a la hora de consumir la infusión.
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Efectos para la salud del café descafeinado
A pesar de los inconvenientes comentados la mayor parte de las evidencias actuales relacionan el consumo de café descafeinado con un mejor estado de salud y con una mayor esperanza de vida. Solamente el café en cápsulas es el que podría afectar negativamente a la longitud de los telómeros e incrementar el riesgo de desarrollar patologías crónicas.
Esto se debe a que esta variedad puede presentar en su interior metales pesados procedentes de los materiales que revisten la propia cápsula. También a que muchas de las mismas cuentan con azúcar en su interior para mejorar el sabor final del producto. Esto provocaría un pico glucémico en el organismo y un mayor riesgo de que se incremente el nivel inflamatorio general.
El café soluble también genera ciertas controversias. Los aditivos que se emplean para garantizar un buen resultado final podrían impactar sobre el funcionamiento de algunos procesos fisiológicos a medio plazo. Pero las evidencias al respecto son de momento mixtas.
En el resto de los casos, y hasta con el café soluble, la ingesta de la bebida se considera positiva. El consumo de entre 2 y 4 tazas al día podría presentar un impacto positivo sobre el estado de composición corporal, sobre el perfil lipídico, sobre los marcadores inflamatorios y sobre el equilibrio redox en el medio interno.
Pero es cierto que las personas que suelen presentar acidez han de moderar la ingesta de esta bebida en cualquiera de sus variedad, ya que tiende a impactar sobre el pH del estómago, aumentando la sintomatología.
Café descafeinado vs café regular ¿Qué es mejor para la salud?
En líneas generales el café regular es mejor para la salud. Pero esto no quita que el café descafeinado sea una buena opción. Ahora bien, en la medida de lo posible conviene priorizar aquel que ha superado procesos menos agresivos, evitando así la ingesta de la bebida que ha sido tratada con solventes químicos.
De todos modos estamos hablando de infusiones con alto contenido en antioxidantes y en polifenoles de calidad, como el ácido cafeico. Será clave tomarlo sin azúcar y en la medida de lo posible minimizar el uso de edulcorantes artificiales para variar sus características organolépticas. No hay tanto problema con la adición de leche entera.
Hay que tener en cuenta que el café descafeinado supondrá siempre una buena alternativa para consumir a partir de las 5 de la tarde. Así se evita que el alcaloide pueda llegar a alterar el ritmo biológico y a entorpecer la conciliación del sueño. La vida media de la cafeína en sangre es de aproximadamente 6 horas y su presencia en la sangre afecta negativamente a la calidad del descanso.
Existen personas que son hipersensibles a la propia cafeína por presentar variaciones genéticas en el gen CYP1A2, por lo que en estos casos podría ser interesante elegir siempre la versión descafeinada para generar posibles efectos secundarios como taquicardias. Las personas con trastornos de atención también deberían implementar la misma medida.
Referencias bibliográficas
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