El ácido fólico es una vitamina vital que desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud general. Reconocido por su importancia en la producción y reparación del ADN y ARN, así como en la formación de células sanguíneas, esta vitamina es esencial para diversas funciones corporales. Su relevancia es especialmente destacada durante el embarazo, donde contribuye significativamente al desarrollo adecuado del feto, previniendo graves defectos congénitos. Aunque se encuentra en una variedad de alimentos, en algunos casos la suplementación puede ser necesaria para asegurar una ingesta adecuada.
¿Qué es el ácido fólico?
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es una vitamina hidrosoluble esencial que participa en la síntesis y reparación del ADN y ARN, y en la formación y maduración de glóbulos rojos y blancos. Es crucial para el desarrollo adecuado del tubo neural en el feto, lo que previene defectos como la espina bífida. La deficiencia de ácido fólico puede llevar a anemia megaloblástica, defectos congénitos y problemas en el desarrollo fetal. Por ello, es recomendable tener una ingesta diaria adecuada, especialmente para mujeres en edad fértil.
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Importancia del ácido fólico
El ácido fólico es una vitamina esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano y su importancia se basa principalmente en algunas funciones clave:
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Prevención de defectos del tubo neural: durante el embarazo la vitamina es clave para el desarrollo del tubo neural del feto, que eventualmente se convierte en el cerebro y la médula espinal.
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Formación y maduración de glóbulos rojos: también es esencial para la producción y maduración de los glóbulos rojos. Su deficiencia puede llevar a anemia megaloblástica, una condición en la que los glóbulos rojos son anormalmente grandes y no funcionan correctamente, lo que puede causar fatiga, debilidad y problemas cognitivos.
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Síntesis y reparación del ADN y ARN: el ácido fólico participa en la síntesis y reparación del ADN y ARN, los bloques fundamentales de la vida. Esta función es esencial para el crecimiento y la división celular adecuada, y su deficiencia puede contribuir a mutaciones genéticas y a un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Prevención de defectos del tubo neural
La importancia del ácido fólico en la prevención de defectos del tubo neural está bien documentada y respaldada por una extensa base de evidencia científica. Los defectos del tubo neural, como la espina bífida y la anencefalia, son graves malformaciones congénitas del cerebro y la médula espinal que ocurren cuando el tubo neural del feto no se cierra completamente durante las primeras semanas del embarazo.
Mecanismo biológico: el ácido fólico es crucial para la síntesis y reparación del ADN, así como para la división celular. Durante el desarrollo fetal temprano, el tubo neural se forma y cierra entre los días 21 y 28 del embarazo, a menudo antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas. La suplementación con ácido fólico asegura que haya suficiente folato disponible para estos procesos críticos de desarrollo, reduciendo así el riesgo de defectos del tubo neural.
Así lo demuestra la evidencia científica en varios estudios:
En el estudio llevado a cabo por Crider, K.S., et al. (2011) se revisaron datos de múltiples ensayos y se observó una reducción significativa en la prevalencia de defectos del tubo neural con la suplementación de ácido fólico antes y durante el embarazo. Los autores señalaron que la suplementación adecuada puede prevenir hasta el 70 % de los casos de defecto del tubo neural.
En otro estudio realizado por Liu, J., et al. (2019) en China, involucró a casi 1 millón de mujeres, y en él se encontró que la suplementación periconcepcional de ácido fólico redujo la incidencia de defectos del tubo neural en casi un 85 %. Este estudio reafirmó la necesidad de políticas de salud pública que promuevan la suplementación con ácido fólico.
En una revisión sistemática y metaanálisis (De-Regil, L.M., et al. 2010), se confirmó que la suplementación con ácido fólico reduce significativamente el riesgo de defectos del tubo neural. En ella se analizaron datos de numerosos ensayos clínicos y se concluyó que la ingesta de ácido fólico antes y durante el primer trimestre del embarazo es una intervención eficaz para la prevención de los defectos del tubo neural. Resultados alineados con otro metaanálisis de Khoshnood, B., et al. (2015), en el cual se revisaron estudios de varios países y se encontró una reducción global del 69 % en la incidencia de defectos del tubo neural entre las mujeres que tomaban suplementos de ácido fólico en comparación con aquellas que no lo hacían.
Otros beneficios para la salud
El ácido fólico es una vitamina esencial que ofrece numerosos beneficios para la salud, además de los ya nombrados anteriormente. Aunque con una evidencia mixta y menos concluyente, destacan también los siguientes efectos positivos:
Salud cardiovascular: la vitamina B9 ayuda a regular los niveles de homocisteína en la sangre. Niveles elevados de homocisteína se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. El ácido fólico, junto con otras vitaminas del grupo B, ayuda a metabolizar la homocisteína, reduciendo así el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
Desarrollo cognitivo y salud mental: hay evidencia que sugiere que una adecuada ingesta de ácido fólico puede contribuir al mantenimiento de la función cognitiva y la salud mental, particularmente en poblaciones mayores. Se ha asociado la deficiencia de folato con un mayor riesgo de depresión y deterioro cognitivo.
Salud ósea: puede jugar un papel en la salud ósea y la prevención de la osteoporosis. Algunos estudios han sugerido que niveles adecuados de folato pueden estar relacionados con una mayor densidad mineral ósea en mujeres postmenopáusicas. La homocisteína elevada, que puede ser modulada por el ácido fólico, ha sido implicada en la reducción de la densidad ósea.
Alimentos ricos en ácido fólico
Entre los diez alimentos que mayor contenido de ácido fólico podemos encontrar, destacan los siguientes:
Hígado de pollo: 578 microgramos (μg) por cada 100 gramos (cocido).
Lentejas: 358 μg por taza (cocidas).
Garbanzos: 282 μg por taza (cocidos).
Alubias pintas: 294 μg por taza (cocidas).
Frijoles negros: 256 μg por taza (cocidos).
Hígado de res: 212 μg por 100 gramos (cocido).
Espinacas: 194 μg por taza (cruda).
Col rizada (kale): 177 μg por taza (cocida).
Hojas de nabo: 170 μg por taza (cocidas).
Pastas enriquecidas (puede variar según la marca): 167 μg por taza (cocida).
Es importante considerar que el contenido de ácido fólico puede variar ligeramente según la preparación y cocción de los alimentos.
Suplementos de ácido fólico
Los suplementos de ácido fólico contienen la forma sintética de la vitamina B9. Estos suplementos están diseñados para prevenir y tratar la deficiencia de folato y para proporcionar un aporte adicional de esta vitamina en situaciones donde la demanda aumenta, como en el embarazo.
Su uso está destinado principalmente a las siguientes condiciones:
Prevención de defectos del tubo neural.
Tratamiento de la deficiencia de folato.
Reducción de niveles de homocisteína.
Potencial mejora de la salud mental.
Soporte para el desarrollo fetal y la salud materna.
Respecto a los formatos disponibles, podemos encontrarlos en diferentes opciones como tabletas, incluidos en multivitamínicos, en formulaciones prenatales, de forma líquida o en alimentos o suplementos fortificados.
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Dosis recomendadas
La dosis recomendada de ácido fólico puede variar según distintos contextos como la edad, el sexo, la condición de salud y las necesidades individuales.
Mujeres embarazadas: entre 400 y 1000 μg al día, siendo generalmente unos 600 μg al día.
Mujeres en período de lactancia: 500 μg/día.
Mujeres que planean quedar embarazadas: 400 μg/día, comenzando al menos un mes antes de la concepción.
Prevención de defectos del tubo neural en mujeres con antecedentes: hasta 4000 μg/día (bajo supervisión médica).
Adolescentes y adultos: 400 μg/día.
Niños: entre 150 y 300 μg/día.
Efectos secundarios
El ácido fólico es generalmente seguro cuando se toma en las dosis recomendadas, pero en algunos casos puede causar efectos secundarios, especialmente si se exceden las dosis diarias recomendadas. Entre estos posibles efectos secundarios, encontramos:
Efectos secundarios comunes (rara vez graves):
Náuseas.
Distensión abdominal.
Flatulencias.
Sabor amargo o desagradable en la boca.
Efectos secundarios menos comunes:
Reacciones alérgicas: como erupciones cutáneas, picazón, enrojecimiento o hinchazón.
Efectos secundarios raros, pero graves:
Enmascaramiento de deficiencia de vitamina B12: en altas dosis puede ocultar los síntomas de la deficiencia de vitamina B12, lo que puede llevar a daños neurológicos irreversibles si no se detecta y trata adecuadamente.
Interacciones con medicamentos: puede interferir con ciertos medicamentos, como los anticonvulsivos, metotrexato, y medicamentos para tratar la malaria y la artritis reumatoide.
Consideraciones especiales:
Embarazo y lactancia: aunque el ácido fólico es vital durante el embarazo, es importante no exceder la dosis recomendada sin supervisión médica.
Referencias bibliográficas
Crider, K. S., Bailey, L. B., & Berry, R. J. (2011). Folic acid food fortification-its history, effect, concerns, and future directions. Nutrients, 3(3), 370–384.
Liu, J., Wang, L., Zhang, Y., Zhang, L., Jin, L., Li, Z., & Ren, A. (2020). Selected Structural Birth Defects – Shanxi Province, China, 2000-2019. China CDC weekly, 2(37), 718–722.
De-Regil, L. M., Fernández-Gaxiola, A. C., Dowswell, T., & Peña-Rosas, J. P. (2010). Effects and safety of periconceptional folate supplementation for preventing birth defects. The Cochrane database of systematic reviews, (10), CD007950.
Khoshnood, B., Loane, M., de Walle, H., Arriola, L., Addor, M. C., Barisic, I., Beres, J., Bianchi, F., Dias, C., Draper, E., Garne, E., Gatt, M., Haeusler, M., Klungsoyr, K., Latos-Bielenska, A., Lynch, C., McDonnell, B., Nelen, V., Neville, A. J., O’Mahony, M. T., … Dolk, H. (2015). Long term trends in prevalence of neural tube defects in Europe: population based study. BMJ (Clinical research ed.), 351, h5949.
McLean, R. R., Jacques, P. F., Selhub, J., Tucker, K. L., Samelson, E. J., Broe, K. E., Hannan, M. T., Cupples, L. A., & Kiel, D. P. (2004). Homocysteine as a predictive factor for hip fracture in older persons. The New England journal of medicine, 350(20), 2042–2049.
Barua, S., Kuizon, S., & Junaid, M. A. (2014). Folic acid supplementation in pregnancy and implications in health and disease. Journal of biomedical science, 21(1), 77.