Se acerca el verano y muchos buscan estrategias para mejorar el estado de composición corporal. Una de ellas puede ser incrementar el consumo de ciertas infusiones. Una de las más utilizadas para el objetivo de adelgazar es el té verde. Y lo cierto es que cuenta con bastantes evidencias al respecto. Hablamos de una bebida catalogada como saludable que consigue ayudar en la prevención de patologías complejas y metabólicas.
Pero hemos de tener en cuenta que no todos los tipos de tés presentan beneficios similares. Varía el contenido en alcaloides y en compuestos antioxidantes, determinando así su posterior impacto en el organismo. Aunque la mayor parte de ellos se pueden incluir en el contexto de una dieta equilibrada y variada, el té verde parece una de las mejores alternativas por los motivos que te voy a contar.
El té verde modifica la utilización de los sustratos energéticos
Igual que el café, el té verde cuenta en su interior con compuestos de tipo alcaloide. En este caso no es la cafeína, sino la teína, un análogo con un impacto en el organismo muy similar. Si bien es cierto que la concentración del mismo en la infusión es menor que la de cafeína en un café, es suficiente para provocar beneficios a nivel cognitivo y en lo que a composición corporal se refiere.
Digamos que los alcaloides provocan un cambio en la utilización de los sustratos energéticos. Esto quiere decir que fomentan el ahorro de glucógeno y estimulan el uso de ácidos grasos para satisfacer las demandas de calorías. Gracias a ello se estimula la movilización de los lípidos, dando lugar a una reducción del tejido adiposo en el organismo. Sin ni siquiera plantear un tipo de dieta hipocalórica el consumo de dosis suficientes de alcaloides es suficiente como para provocar una reducción significativa del peso. Más aún si se mejoran los hábitos en general.
Es cierto que durante muchos años se especuló con la posibilidad de que la ingesta regular de cafeína o de teína pudiese afectar de una forma negativa a la fisiología del sistema nervioso central. Pero en la actualidad se ha demostrado que no existe relación entre el consumo de ambas sustancias con el desarrollo de patologías neurodegenerativas. Incluso en algunos casos podría existir una cierta protección, aunque esto queda por definirse a la espera de evidencias más sólidas.
Aunque muchas veces se emplean suplementos de cafeína para conseguir estimular la pérdida de peso, tampoco es necesario alcanzar dosificaciones tan elevadas para experimentar beneficios. En este caso, con incluir té verde de forma regular en la dieta podría ser suficiente. Sin azúcar, claro. Además de este modo nos evitamos los posibles efectos secundarios de una ingesta excesiva de alcaloides. Y es que en dosis elevadas son tóxicos. Aunque hablamos de más de 250 miligramos en una única toma o de 400 miligramos a lo largo del día.
Los polifenoles marcan la diferencia
El té verde no solo adelgaza debido al efecto de la teína. Concentra en su interior una gran cantidad de polifenoles que ayudan a combatir y a prevenir la patología metabólica. Esto no es sencillo de explicar, pero vamos a simplificarlo lo máximo posible. En contextos de sedentarismo y de mala alimentación proliferan los radicales libres en las mitocondrias y el cuerpo pierde la capacidad de neutralizarlos. Esto provoca cambios en el ADN de los orgánulos, disfunciones y hasta posibles mutaciones.
Si se mantiene dicha situación en el tiempo se experimentarán problemas a la hora de captar y de utilizar glucosa en los diferentes tejidos del organismo. El resultado es una pérdida de eficiencia a nivel metabólico y una mayor facilidad para acumular grasa a nivel visceral y abdominal. Si bien la solución principal para dicho problema es un cambio integral en los hábitos (priorizando el trabajo de fuerza), algunas estrategias dietéticas como un aumento en el consumo de antioxidantes podría marcar la diferencia.
Estos compuestos, como son los polifenoles, consiguen neutralizar los radicales libres a nivel mitocondrial, reduciendo ese estado de inflamación crónica que se generó. De este modo será más fácil que los efectos de la actividad física reluzcan y que se consiga adelgazar de una manera eficiente en un plazo inferior de tiempo.
¿Cuánto té verde hay que tomar para adelgazar?
Aquí viene la pregunta clave. Realmente muchos de los ensayos científicos no se han diseñado administrando la infusión como tal, sino un extracto de la planta encapsulado para potenciar los efectos. En líneas generales se recomienda un consumo de al menos 200 miligramos de catequinas al día para experimentar todos los efectos que hemos comentado.
No es fácil transformar esta dosis a tazas de té, pero algunos artículos nos muestran que se puede conseguir un beneficio con un par de ellas al día. Además esto podría ayudar a mejorar el estado de salud en general, llegando a prevenir el desarrollo de otras patologías crónicas y complejas. Eso sí, siempre es recomendable introducir esta estrategia en combinación con un cambio en la dieta y en los patrones de actividad física para llegar a experimentar una variación significativa en el peso corporal a medio plazo.
¿Tiene contraindicaciones el consumo de té verde?
Salvo en casos muy concretos, como el embarazo o la lactancia, el consumo de té verde se considera muy seguro. Es cierto que las infusiones pueden interaccionar con ciertos medicamentos, por lo que si se está bajo pauta farmacológica es mejor siempre consultar con el médico antes de incluirlos en las rutinas. Pero por norma general este tipo de infusiones no suele dar mayor problema.
Sí hay que tener en cuenta que los alcaloides impactan sobre el sistema nervioso central, activándolo. Esto puede ser contraproducente de cara a garantizar un buen descanso nocturno. Normalmente la vida media de los mismos no se extiende más allá de las 6 horas, por lo que con no consumir té pasadas las 18:00 sería suficiente para la mayoría de las personas. Está claro que la sensibilidad a la teína no es la misma en todo el mundo, ya que depende también de factores genéticos, pero como no hablamos de dosis elevadas esta recomendación sentará bien a prácticamente cualquiera.
Bebe té verde para adelgazar
Con lo expuesto hasta ahora podemos afirmar que beber té verde es bueno para adelgazar. No va a hacer milagros, pero ayudará a potenciar los efectos de otros buenos hábitos. Incluso si hay patología metabólica podría facilitar su reversión o manejo siempre y cuando se mejore la dieta y se trabaje la fuerza. En el caso de querer incluir el té verde en las rutinas por medio de los suplementos, es posible. Habrá que conseguir un buen extracto con la certificación oportuna y con suficiente concentración de catequinas, pero los hay en el mercado.
Referencias bibliográficas
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