El yogur es uno de los alimentos más beneficiosos que se pueden incluir en la dieta. Si bien es cierto que hay que elegirlo con buen criterio, se trata de un producto capaz de aportar un buen puñado de nutrientes esenciales, además de probióticos. De hecho, se recomienda su presencia en la pauta diaria, tanto en el postre de las comidas principales como en los distintos refrigerios.
Antes de nada hay que comenzar destacando que los lácteos son considerados, por lo general, productos saludables. Se deben consumir siempre enteros, puesto que si se elimina su grasa se reduce también una buena parte de las vitaminas que concentran en su interior, por lo que su valor nutricional se ve mermado. Los lípidos que aportan, a pesar de ser de tipo saturado, no se consideran perjudiciales para el organismo.
Nutrientes del yogur
Desde el punto de vista nutricional, el yogur destaca por concentrar en su interior proteínas de alto valor biológico. Estas cuentan con todos los aminoácidos esenciales y con una buena puntuación en cuanto a digestibilidad. Por este motivo sirven para completar los requerimientos diarios y para evitar déficits que condicionen el funcionamiento de la masa magra. De hecho, se relaciona un buen consumo proteico con un menor riesgo de desarrollar sarcopenia, tal y como afirma una investigación publicada en la revista BioMed Research International.
Asimismo, hay que destacar que el yogur cuenta con lípidos saludables de tipo cis, aunque saturados. También con minerales esenciales, como es el caso del calcio. Este elemento forma parte de la estructura de los huesos, y su función resulta más eficiente siempre y cuando los niveles de vitamina D en el organismo sean adecuados.
Desde el punto de vista de los azúcares, es importante comentar que el yogur aporta menos cantidad de lactosa que otros tipos de lácteos, como la leche y el queso. Por ello puede ser tolerado con personas con dificultades para digerir el glúcido, lo cual resulta una excelente noticia.
Los probióticos del yogur
Realmente, lo que marca la diferencia en el yogur, respecto a otros lácteos, es su contenido en bacterias probióticas. Estas pueden colonizar selectivamente el tubo digestivo provocando un incremento en la diversidad de la microbiota, lo cual se relaciona directamente con un mejor estado de salud, según un estudio publicado en Nutrients.
Es importante asegurar que la microbiota funciona de manera óptima para que se reduzca la incidencia de patologías crónicas e infecciosas. De este modo se conseguirá también una mayor eficiencia a nivel digestivo. Incluso se podría experimentar un cambio positivo en lo que a composición corporal se refiere, reduciéndose los niveles de tejido adiposo subcutáneo en el organismo.
¿Cómo elegir un buen yogur?
Aquí viene la tarea complicada. Elegir un buen yogur no siempre es sencillo. En primer lugar hemos de distinguir el yogur como tal de los postres lácteos ofrecidos en los supermercados, como las natillas. No son comestibles ni parecidos, aunque algunas personas los cataloguen como iguales.
En segundo lugar, será determinante leer con atención los etiquetados para elegir así un yogur de calidad. Lo ideal es que este sea entero en cuanto a porcentaje graso, y que no tenga azúcares añadidos en su interior. La mayor parte de los ofertados cuentan aportan excesivos carbohidratos simples, lo que puede dañar la salud metabólica a medio y a largo plazo. Un yogur, como mucho, podría aportar unos 6 o 7 gramos de lactosa por unidad, no más.
Teniendo estos conceptos claros, la inclusión de frutas o cereales no refinados en la receta puede ser una buena noticia, escapando siempre de aquellos que concentran edulcorantes artificiales en su interior. Aunque en realidad, compensa más comprar un yogur natural y luego mezclarlo con los ingredientes frescos que a cada uno le gusten.
Incluye yogur en la dieta diaria
Como has podido comprobar, el yogur es un alimento beneficioso que debe aparecer en la dieta diaria. Se pueden consumir 2 o 3 durante cada jornada sin ningún problema, siempre y cuando se verifique leyendo el etiquetado que se trata de un comestible de calidad. Ahora bien, si te gusta más el kéfir, ten claro que también será una excelente opción.
Referencias bibliográficas
- Markowiak P, Śliżewska K. Effects of Probiotics, Prebiotics, and Synbiotics on Human Health. Nutrients. 2017;9(9):1021. Published 2017 Sep 15. doi:10.3390/nu9091021
- Martone AM, Marzetti E, Calvani R, et al. Exercise and Protein Intake: A Synergistic Approach against Sarcopenia. Biomed Res Int. 2017;2017:2672435. doi:10.1155/2017/2672435