La resistencia anabólica es la incapacidad para generar estímulos que conlleven incremento de masa muscular. Normalmente es un problema considerado como patológico que sucede a partir de los 50 años en personas sedentarias y con bajo consumo de proteínas. Sin embargo, por los malos hábitos que coexisten en una buena parte de la población, cada vez se desarrolla antes.
Podemos comenzar destacando que en la fisiología muscular conviven dos procesos determinantes, la síntesis proteica muscular (MPS) y la degradación proteica muscular (MPB). Normalmente se alcanza un estado de equilibrio entre ambos. Si la ecuación se inclina hacia MPS se generará hipertrofia, algo que en líneas generales se considera positivo para la salud. En caso de que predomine MPB la masa magra se reducirá.
¿Qué factores provocan la resistencia anabólica?
La resistencia anabólica suele estar mediada por el incremento en la producción de insulina, pérdida de sensibilidad de las células a dicha hormona y problemas en la activación de la vía metabólica mTOR. Bajo estas condiciones el organismo se vuelve ineficiente a la hora de incrementar MPS, a partir de estímulos dietéticos. La ingesta proteica no se traducirá en una síntesis de proteínas musculares miofibrilares, aunque la mitocondrial se verá inalterada. Hablamos de una situación que se desarrolla bajo el marco de ciertas patologías como el cáncer o insuficiencia renal crónica.
También la diabetes puede condicionar la génesis de dicho problema. Sea como fuere, existe un componente ambiental muy grande. Incluso en personas sin enfermedades diagnosticadas pero con mala pauta de alimentación y baja tasa de movimiento se apreciará este muro metabólico ya en la mediana edad.
Lo que conviene conocer es que, a pesar de que podemos actuar sobre la MPS por medio de los hábitos, la MPB suele mantenerse a tasas relativamente constantes. Poco hay que hacer al respecto. Aumenta un poco tras el ejercicio intenso pero se ve compensada por estímulos posteriores. Lo cierto es que lo que preocupa es maximizar MPS. De lo contrario poco a poco se experimentará reducción de la masa magra, inflamación, oxidación, disfuncionalidad, alteración de la biogénesis mitocondrial y una mayor incidencia de enfermedades crónicas.
Claves para vencer la resistencia anabólica
Que la resistencia anabólica sea un problema cuanto menos peliagudo no significa que no tenga solución. Obviamente lo mejor es apostar por la prevención, pero si llegamos tarde se puede actuar por medio de una modificación de los hábitos. Eso sí, en este caso conviene incrementar el aporte proteico por encima de los valores considerados recomendados, ya que la MPS posterior se encuentra disminuida. Habrá que enfatizar el estímulo dietético.
Por otra parte, no es muy recomendable recortar calorías, sobre todo en individuos obesos. Planteando un esquema hipocalórico se correría el riesgo de reducir el tejido muscular en un principio, lo que agravaría el problema. Mejor es mantener un estado de equilibrio a nivel energético, apostando por la recomposición corporal posible en este tipo de pacientes.
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La piedra angular del proceso será el ejercicio de fuerza. Es clave comentar que en situaciones de resistencia anabólica la MPS también se encuentra atenuada tras la sesión de trabajo, por lo que puede ser determinante ejecutar volúmenes superiores a los marcados para individuos sanos. Poco a poco se estimularán las vías metabólicas y se recuperará la sensibilidad a la insulina. Y es que dicha hormona y el aminoácido leucina son los encargados de poner en marcha la vía mTOR, clave en el anabolismo.
Por último, hemos de destacar que un aporte adecuado de DHA y de EPA marcará la diferencia. Puede mejorar MPS y aumentar la sensibilidad muscular al consumo de proteínas y a los efectos del ejercicio. Reducirá el catabolismo proteico también, siendo de las pocas estrategias que se pueden poner en marcha para limitar MPB.
Superar la resistencia anabólica para mejorar la salud
Como has podido comprobar, la resistencia anabólica se considera un problema complejo bastante preocupante a nivel de salud. Puede conllevar un incremento en el riesgo de desarrollar otras enfermedades como la diabetes, el cáncer y las de tipo cardiovascular. Por supuesto, es uno de los mecanismos que inducen sarcopenia, relacionada con más muertes por cualquier causa.
Para terminar, piensa que enfatizar sobre los buenos hábitos de vida marcará la diferencia según pasen las etapas de la vida. Lo mejor siempre es apostar por la prevención, ya que el tratamiento de estas situaciones es complejo y no siempre se consiguen los resultados esperados. Al menos no a largo plazo.
Referencias bibliográficas
- Paulussen KJM, McKenna CF, Beals JW, Wilund KR, Salvador AF, Burd NA. Anabolic Resistance of Muscle Protein Turnover Comes in Various Shapes and Sizes. Front Nutr. 2021;8:615849. Published 2021 May 5. doi:10.3389/fnut.2021.615849
- Schiaffino S, Reggiani C, Akimoto T, Blaauw B. Molecular Mechanisms of Skeletal Muscle Hypertrophy. J Neuromuscul Dis. 2021;8(2):169-183. doi:10.3233/JND-200568
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