Lavar el arroz antes de cocinarlo es una práctica común en muchas culturas, pero hay opiniones divididas sobre si es necesario o no. Por tanto, la decisión de lavar el arroz antes de cocinarlo depende en gran medida de las preferencias personales y de las características específicas del arroz que se está utilizando. Si prefieres un arroz más suelto y estás preocupado por el contenido de arsénico, lavar el arroz podría ser una opción. Por otro lado, si aprecias el sabor y los nutrientes, es posible que prefieras cocinarlo directamente sin lavar. Pero vamos a comentarlo con detalle.
¿Por qué algunas personas lavan el arroz?
Hay varias razones por las cuales algunas personas eligen lavar el arroz antes de cocinarlo. Aquí hay algunas de las razones más comunes:
Eliminar el exceso de almidón: al lavar el arroz, se puede eliminar parte del almidón superficial que recubre los granos. Esto puede hacer que el arroz cocido tenga una textura más suelta y menos pegajosa, lo que es preferido en ciertas preparaciones.
Reducir el contenido de arsénico: el lavado del arroz puede contribuir a reducir el contenido de arsénico en los granos. El arsénico es un elemento que se encuentra en pequeñas cantidades y que resulta perjudicial para la salud si se consume en exceso.
Eliminar impurezas y polvo: lavando el arroz, se pueden eliminar impurezas, polvo y cualquier residuo que pueda estar presente en los granos. Esto puede ser particularmente relevante si el arroz ha sido almacenado en condiciones que podrían haber expuesto los granos a contaminantes.
Adaptarse a preferencias culturales: En algunas culturas, lavar el arroz es una práctica tradicional que se ha transmitido de generación en generación. Puede ser una cuestión de costumbre y preferencia culinaria.
Mejorar la textura: lavar el arroz puede influir en la textura, resultando en granos más sueltos y menos pegajosos. Esto es especialmente cierto para variedades de arroz que tienden a ser más pegajosas.
Eliminar posibles olores: algunas variedades de arroz, especialmente los integrales, pueden tener olores distintivos. Lavar el arroz puede ayudar a eliminar estos olores no deseados.
¿Qué problemas genera lavar el arroz?
Lavar el arroz generalmente no causa problemas significativos, pero hay algunos aspectos a considerar:
Pérdida de nutrientes: se pueden eliminar algunos nutrientes, especialmente si se realiza de manera intensiva. En arroces enriquecidos esto puede resultar en la pérdida de las vitaminas y de los minerales añadidos.
Pérdida de sabor: al lavar el arroz, es posible que también se elimine parte del sabor natural del grano.
Tiempo y agua: lavar el arroz puede consumir tiempo y agua. En situaciones donde el suministro de agua es limitado, esto podría considerarse un desperdicio.
¿Cuál es la mejor alternativa?
La elección de lavar o no lavar el arroz depende en gran medida de tus preferencias personales, del tipo de arroz que estás utilizando y de tus objetivos culinarios. Aunque si buscas una alternativa que pueda equilibrar algunos de los pros y contras asociados con lavar o no lavar el arroz, aquí hay una opción que podrías considerar:
Remojar el arroz:
En lugar de lavar intensivamente el arroz, puedes optar por remojarlo antes de cocinarlo. Remojar el arroz durante 15-30 minutos puede ayudar a reducir el almidón superficial y mejorar la textura del arroz sin eliminar tantos nutrientes como en el proceso de lavado. Además, el remojo puede contribuir a reducir los niveles de arsénico y eliminar impurezas.
El proceso de remojo es menos riguroso que lavar y puede ofrecer algunos de los beneficios deseados sin la pérdida significativa de nutrientes o sabor. Después de remojar, simplemente escurre el agua antes de cocinar el arroz.
Esta opción podría ser una alternativa intermedia que brinda algunos de los beneficios del lavado sin comprometer en gran medida el sabor y los nutrientes del arroz. Como siempre, la elección dependerá de tus preferencias personales y las características específicas del arroz que estás utilizando.
¿Cuál es la mejor variedad de arroz?
Cuando nos referimos al contenido en arsénico, hay que destacar que no todos los tipos de arroz presentan la misma concentración de dicho elemento. El integral sería el que tendría más contaminante en su interior, ya que este se acumula sobre todo en la parte del salvado, la capa externa del grano.
El arroz blanco es el que presenta menos dosis de arsénico por 100 gramos de producto, aunque pueden seguir encontrándose trazas en su interior. Si nos vamos a las variedades especiales el basmati y el jazmín son los más limpios en el contaminante. Las variedades cultivadas en EEUU presentan más arsénico debido a que los suelos están contaminados por pesticidas antiguos que se bioacumulan.
Recalcamos que lavar el arroz reduce un 10-30 % el arsénico del arroz. Emplear una relación 6:1 de agua:arroz disminuye la concentración del compuesto en un 60 %. Y el arroz integral presenta un contenido en dicho elemento de hasta un 80 % más.
Referencias bibliográficas
- Reichard JF, Puga A. Effects of arsenic exposure on DNA methylation and epigenetic gene regulation. Epigenomics. 2010 Feb;2(1):87-104. doi: 10.2217/epi.09.45. PMID: 20514360; PMCID: PMC2877392.