La astaxantina es un pigmento carotenoide natural que se encuentra en organismos acuáticos como algas, bacterias y animales marinos como cangrejos, camarones y salmones. Se descubrió en la década de 1930 y se reconoce por su potente capacidad antioxidante.
Actualmente, la astaxantina se utiliza como suplemento dietético para promover la salud de la piel, los ojos y el corazón, y también se emplea en la industria alimentaria y cosmética debido a sus propiedades beneficiosas.
¿Qué es la astaxantina?
La astaxantina es un carotenoide de la familia de los xantofilos, que es un pigmento liposoluble presente en diversas especies de microalgas, levaduras, bacterias y organismos marinos. Se caracteriza por su estructura química única que le confiere propiedades antioxidantes excepcionales. Es conocida por su capacidad para neutralizar los radicales libres y proteger las células contra el estrés oxidativo. Además, es responsable del color rosado o rojo en ciertos animales acuáticos, y se utiliza en aplicaciones nutricionales, farmacéuticas, alimentarias y cosméticas debido a sus potenciales beneficios para la salud y propiedades colorantes.
Fue descubierta en 1938 en langostas por Kuhn y Sorensen, y se empleó inicialmente como única pigmentación en acuicultura. Más tarde, en 1991, la astaxantina obtuvo la aprobación como suplemento alimentario, cuando se informaron sus actividades biológicas, características antioxidantes y rendimiento fisiológico como precursor de la vitamina A en ratas y peces. Hoy en día, las investigaciones sobre ella están aumentando debido a su demanda en la promoción de la salud humana en el mundo.
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Beneficios de la astaxantina para la salud
La astaxantina ha sido objeto de numerosos estudios científicos que han demostrado una variedad de beneficios potenciales para la salud. Entre los más destacados, encontramos:
Potente antioxidante:
La astaxantina es un antioxidante liposoluble que puede proteger las células del daño oxidativo. Se ha demostrado que tiene una capacidad antioxidante significativamente mayor que otros carotenoides, como el beta-caroteno y la vitamina E.
Estudios han encontrado que puede reducir el estrés oxidativo en diversas condiciones, incluyendo la exposición a rayos UV, ejercicio intenso y procesos inflamatorios.
Salud cardiovascular:
Estudios en humanos han demostrado que la astaxantina consigue reducir los niveles de colesterol LDL («malo») y aumentar los niveles de colesterol HDL («bueno»).
También es capaz de mejorar la función endotelial, reducir la presión arterial y disminuir los niveles de triglicéridos en la sangre.
Propiedades antiinflamatorias:
La astaxantina tiene efectos antiinflamatorios al inhibir las vías de señalización proinflamatorias en el cuerpo.
Estudios en animales y humanos han demostrado que logra reducir los marcadores de inflamación en condiciones como la artritis, la enfermedad periodontal y la colitis.
Salud ocular:
El compuesto puede cruzar la barrera hemato-retiniana y acumularse en la retina, donde protege contra el estrés oxidativo y el daño celular.
Estudios han demostrado que ayuda a prevenir la degeneración macular relacionada con la edad y mejorar la agudeza visual.
Salud de la piel:
La astaxantina puede proteger la piel contra el daño causado por la radiación UV y reducir la oxidación de los lípidos y proteínas en la piel.
Estudios han demostrado que la astaxantina puede mejorar la hidratación, elasticidad y suavidad de la piel, así como reducir las arrugas y líneas finas.
Apoyo inmunológico:
Ha mostrado efectos moduladores sobre el sistema inmunológico, ayudando a regular la respuesta inflamatoria y fortaleciendo la actividad de las células inmunes.
Se ha observado que puede aumentar la actividad de células inmunes como los linfocitos T y las células asesinas naturales (NK), que son importantes para la defensa del cuerpo contra patógenos y células cancerosas.
Incluso es capaz de ayudar a regular las citocinas proinflamatorias, lo que puede tener un efecto positivo en el equilibrio del sistema inmunológico.
Fuentes de astaxantina
Las mayores fuentes naturales de astaxantina se encuentran en organismos acuáticos y microalgas. Estas son las principales fuentes de astaxantina:
Microalgas (Haematococcus pluvialis):
– La microalga Haematococcus pluvialis es considerada el mayor reservorio de astaxantina en la naturaleza. Durante condiciones de estrés, como la falta de agua o nutrientes, esta alga produce altas concentraciones del pigmento como mecanismo de defensa. De hecho el compuesto se extrae comercialmente de esta fuente para su uso en suplementos dietéticos y aplicaciones industriales.
Krill:
El krill, un pequeño crustáceo marino, contiene astaxantina en su composición. La astaxantina proporciona el color rosado a los cuerpos de krill y también se encuentra en sus exoesqueletos. El aceite de krill se utiliza como una fuente de astaxantina en suplementos nutricionales.
Salmón y trucha:
Los peces como el salmón y la trucha obtienen el pigmento de su dieta, principalmente de organismos que consumen en el agua. Se acumula en los tejidos grasos de estos peces, lo que les proporciona su color característico. Por tanto, el consumo de salmón y trucha puede ser una fuente dietética del antioxidante.
Camarones y crustáceos:
Los camarones, langostinos y otros crustáceos contienen astaxantina en sus cuerpos, lo que les da su coloración rosada o rojiza. La astaxantina se acumula en los músculos y caparazones de estos animales. Consumir camarones y otros crustáceos puede proporcionar una pequeña cantidad de astaxantina en la dieta.
Algas marinas:
Varios tipos de algas marinas contienen astaxantina en cantidades variables. Las algas son una fuente primaria de astaxantina para los animales que se alimentan de ellas en el océano.
Suplementos de astaxantina:
El compuesto también está disponible en forma de suplementos dietéticos derivados principalmente de microalgas como Haematococcus pluvialis. Estos suplementos están diseñados para proporcionar una dosis concentrada.
Dosis de astaxantina
La dosis empleada puede variar según el propósito de la suplementación y la forma en que se consume (por ejemplo, a través de alimentos o suplementos):
Para la salud general y el bienestar:
Una dosis comúnmente recomendada es de 4 a 12 mg/día. Esta dosis puede ser suficiente para proporcionar beneficios antioxidantes generales y apoyar la salud cardiovascular, ocular, cutánea e inmunológica.
Para deportistas y personas activas:
Algunos estudios han utilizado dosis más altas de astaxantina (por ejemplo, de 12 mg a 24 mg/día) para ayudar a reducir el estrés oxidativo y la inflamación asociados con el ejercicio intenso. Estas dosis pueden ser útiles para atletas y personas físicamente activas que buscan mejorar la recuperación muscular y reducir el riesgo de lesiones.
Para condiciones específicas:
En algunos casos, se pueden recomendar dosis más altas del pigmento (por ejemplo, hasta 20 mg o más al día) para abordar ciertas condiciones de salud, como la inflamación crónica, la degeneración macular u otras enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo.
Es importante recordar que la astaxantina es liposoluble, lo que significa que se absorbe mejor cuando se toma con comidas que contienen grasas saludables.
Además, estos suplementos podemos encontrarlos en distintos formatos: cápsulas, tabletas u otras formas (líquido, polvo, combinada con otras formulaciones…).
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Efectos secundarios de la astaxantina
La astaxantina se considera generalmente segura cuando se consume en dosis adecuadas y como parte de una dieta equilibrada o mediante suplementos bajo supervisión adecuada. Sin embargo, como con cualquier suplemento o alimento, podría tener posibles efectos secundarios o consideraciones:
Coloración de la piel: en dosis altas puede acumularse en la piel y causar una ligera coloración rosada o anaranjada temporal. Esto es más comúnmente observado con el uso prolongado de dosis altas de suplementos. Este efecto es inofensivo y generalmente desaparece al reducir la dosis o interrumpir la suplementación.
Interacciones con medicamentos: algunos estudios sugieren que podría tener interacciones con ciertos medicamentos. Por ejemplo, puede afectar la coagulación sanguínea y puede interactuar con anticoagulantes o medicamentos para la presión arterial.
Malestar gastrointestinal leve: en algunos casos, el uso de suplementos de astaxantina puede causar malestar gastrointestinal leve, como náuseas, diarrea o malestar estomacal. Esto suele ser temporal y puede mejorar al tomar el compuesto con las comidas.
Reacciones alérgicas: al igual que con cualquier suplemento, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas al pigmento.
Es importante tener en cuenta que la astaxantina ha demostrado ser segura en estudios de toxicidad en animales y humanos en dosis moderadas. Sin embargo, siempre es recomendable seguir las instrucciones de dosificación del fabricante o las indicaciones de un profesional de la salud.
Puntos clave
La astaxantina es un pigmento carotenoide natural que se encuentra en organismos acuáticos como algas, bacterias y animales marinos.
Es la responsable del color rosado o rojo de seres acuáticos como cangrejos, camarones y salmones.
Cuenta con unos importantes beneficios para la salud: es un potente antioxidante, teniendo una capacidad antioxidante mucho mayor que otros carotenoides. También tiene propiedades antiinflamatorias, para la salud ocular, la salud cardiovascular, el sistema inmunológico y salud de la piel.
Las principales fuentes alimentarias naturales donde podemos encontrarlas son en microalgas (Haematococcus pluvialis), krill, salmón, trucha, camarones, crustáceos, algas marinas y en suplementos dietéticos.
Su dosis recomendada generalmente se encuentra entre 12-24 mg/día. Se puede encontrar disponible en formatos como cápsulas, tabletas, líquida o en polvo y es recomendable tomarla junto a alimentos ricos en grasas saludables, para favorecer su absorción.
Se considera segura, pero no está exenta de algunas consideraciones a tener en cuenta.
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